Luis de la Fuente, un seleccionador conciliador que se aleja de Luis Enrique

Luis de la Fuente (61 años), tipo tranquilo, perfil bajo, no tiene redes sociales y emplaza a ser conocido a través de las noticias en los medios de comunicación. Otro mundo respecto a Luis Enrique y su tensión habitual, salvo en las plataformas digitales donde podía aliviar su dificultad para relacionarse con los medios. De la Fuente intenta responder a cada periodista citándolo por su nombre, en un ejercicio de amabilidad y formas educadas.

Cuenta Rubiales con escasa capacidad para convencer cómo se destituyó a Luis Enrique. «Con distintas conversaciones cruzadas», dice, en un tono en el que se sobreentiende que no hubo reunión al uso, sino concordia en el cese de la vinculación. No aclara si Luis Enrique quería seguir o no, los motivos del distanciamiento que provocaron el recambio, cualquier detalle que no desembarcase en lugares comunes como el fin de ciclo o la necesidad de un nuevo proyecto.

Luis de la Fuente parece diplomático y accesible en el trato. Intenta poner distancia con su antecesor, después de dedicarle mil agradecimientos a Luis Enrique, a su labor, a la colaboración entre ambos. No hubo conversación, sino cortés intercambio de mensajes. Y quiere dejar su talante sereno como fórmula de futura acción.

«Cada uno tenemos una personalidad -explica el nuevo entrenador de España-, yo quiero implantar una relación de cercanía con los medios de comunicación y la afición, no quiero 48 millones de entrenadores, sino 48 millones de jugadores, quiero un país que se ponga la camiseta, y sentirnos un equipo. Me gustaría recuperar el espíritu de 2010, el orgullo del yo soy español, la unión de una camiseta, el sentido de pertenencia, quiero 48 millones de jugadores que se dejen la vida por esta camiseta».

Una declaración de intenciones y un espíritu integrador que se deben plasmar en el campo después del desencanto que ha vivido la afición durante el Mundial con la posesión inútil y el credo integrista. De la Fuente no llegó a explicar su modelo, pero dio a entender que no será tan fundamentalista con la posesión del balón. «A todos los sistemas se les pueden introducir matices sí, sin desmejorar nada. Nada es incompatible, habrá otros matices para enriquecer la selección. No estamos cerrados a nada, sino abiertos a todo. Hay que cambiar cuando se necesita».

De la Fuente ya nace con un estigma para sus futuros detractores, su falta de experiencia en la élite. Pese a ser el seleccionador de la sub-21 es un desconocido para el gran público y más para las jóvenes generaciones que no lo vieron jugar en el Athletic y en el Sevilla. «Aquí sí me voy a extender. Yo he jugado 15 años como profesional, 13 en primera división, he ganado títulos, la Liga, la Supercopa, he sido internacional en todas las categorías menos en la absoluta, he sido jugador, entrenador, delegado, llevo 10 años en la Federación. Con humildad y modestia, si hay alguien que conoce el presente y el futuro del fútbol español soy yo».

No habrá, se intuye, posesión, posesión, y posesión. «No me gusta coartar la libertad de los futbolistas, sino generar situaciones de juego para ese potencial, sacar lo mejor de cada futbolista», comenta el entrenador riojano.

«Lo primero para mí es el talento, luego la calidad y el rendimiento de los jugadores. Una selección no tiene nada que ver con un club, que si pierdes y te vas a casa, y hay que llevar a los jugadores en su mejor momento», explica a propósito de las futuras convocatorias de la selección.

«Cuando he dirigido a las selecciones inferiores eran 25 estrellas sub 19, los mejores mundo, y también en la sub 20, y sé como piensa el futbolista. Les va a mirar a los ojos otro exfutbolista. Me gusta hablar a la cara, no tengo ningún vértigo en hablar con ellos. Con modestia, yo también estuve ahí antes que ellos», trata de empatizar con el personal.

Llega, inevitable, la pregunta. Repetida por dos veces con distintos enunciados, se habla de Sergio Ramos y de su regreso a una lista con 36 años, cuota madridista obligatoria en la selección. De la Fuente aplica la equidistancia. «Todos los jugadores en activo pueden ser seleccionables. Yo no le cierro las puertas a nadie».

En apariencia el seleccionador no se meterá en charcos, según la doctrina que expresó en la lluviosa mañana madrileña. «Hasta ahora he trabajado con selecciones con edad limitada, la sub-19, la sub-21... ahora ya no. Estoy convencido del talento de los jóvenes, pero también soy fan de los veteranos que tanto nos han dado. Las puertas están abiertas para todos. No vamos a mirar la edad».

Al nuevo seleccionador se le fue la mano cuando habló de excelencia. «Tenemos los mejores entrenadores en España, los mejores futbolistas, los mejores medios de comunicación. Lo tenemos todo para triunfar».

De la Fuente trabajará en la selección con su equipo de colaboradores, Pablo Amo será el segundo entrenador; Juanjo González, técnico auxiliar; Carlos Cruz, preparador físico; Miguel Ángel España, entrenador de porteros; Pablo Peña, coordinador de análisis; y Javier López Vallejo, psicólogo.