Las jugadoras imponen la salida de Montse Tomé de la selección tras estos dos partidos

En realidad, según dichas fuentes, las jugadoras pretendían que la desleal sucesora de Jorge Vilda, su antigua fiel ayudante, dejara el banquillo esa misma noche, pero Francos las convenció, «ustedes me disculparán», de que no había tiempo para encontrar una sustituta a tiempo de dirigir los trascendentales encuentros ante Suecia y Suiza de la Nations League. «Bueno, pues estos dos partidos y se va». No hace falta decir más. La Federación ya tiene la instrucción sobre la mesa. Y la cumplirá, porque si no se convocan elecciones a una nueva asamblea mañana mismo.

Las seleccionadas no perdonan a Tomé que las convocara pese a su decisión expresa de que no lo hiciera y que se inventara luego en rueda de prensa que lo había consensuado o conversado con ellas. Y la amenaza inmediatamente posterior de Francos terminó de irritralas. No acudieron a la concentración de Valencia para incorporarse a la selección, sino a negociar sus condiciones. Y una tajante era la salida de la entrenadora.

Posiblemente pongan en su lugar, para un puesto que igualmente será temporal (hay elecciones) a Laura del Río, que ya pertenece a la Federación, la actual seleccionadora española sub-23. Nombramiento por eliminación.

En el breve paso de comunicar que aplicaría la Ley del Deporte a bajarse los pantalones, el CSD también atendió otra de las peticiones del grupo para no abandonar la selección. Aunque las que se fueran, como hicieron con todo el sentido Mapi León y Patri Guijarro (si ya se bajaron del Mundial, cómo no iban a renegar ahora), no serían de ninguna manera sancionadas (la ley se cumple salvo que las futbolista pidan otra cosa). Lo que reclamaron las enojadas Alexia Putellas y compañía es el nombramiento de una exfutbolista como responsable del fútbol femenino de la federación. Es decir, fuera Ana Álvarez, otra pieza que cobrarse.

Uno de los nombres que pusieron las jugadoras sobre la mesa es el de Ainhoa Tirapu, exportera del Athletic y de la selección, encabezó una candidatura junto a Lola Martelli para presidir la Liga Profesional Femenina (¿o será ahora solo la Liga?), una de las cabecillas en la destitución de Quereda (el anterior a Vilda). En todo caso, el relevo tendrá que ser una futbolista retirada en los últimos tres años.

Y cabezas y más cabezas exigidas, de variados departamentos, con el presidente del CSD diciendo a todo que sí. Había recibido la instrucción de que resolviese un problema al que había contribuido y que lograra que las futbolistas permanecieran en la selección al precio que fuera. La RFEF también obedece. Ellas mandan. Siguen mandando.

El CSD, sin embargo, asegura que "en ninguna reunión con las jugadoras en la que estuviese el presidente del organismo pidieron el cese ni lo pusieron como una cosa a tener en cuenta en la negociación".