La batalla por el despido de Vilda: la Federación ofrece 200.000 euros, el técnico reclama dos millones

Luis Rubiales, insólito verdugo de Vilda sin pretenderlo, al que se llevó por delante por un comportamiento con el que el seleccionador no tuvo nada que ver, le dejó al menos como reparación un sabroso regalo de despedida. El técnico paga el poder que han alcanzado las futbolistas dentro de la federación tras los últimos acontecimientos, pero nada concreto que pudiera justificar su destitución. La ruptura será considerada improcedente o incluso nula, otra cosa es la cantidad que se consiga para indemnizarla. Vilda, con el título mundial bajo el brazo, está en el mercado.

La Federación está a otra cosa. Ya informó del inicio del procedimiento recogido en el artículo 31.8 de sus estatutos para la sucesión de Rubiales: «Si el presidente cesara por causa distinta a la conclusión de su mandato, la junta directiva se constituirá en comisión gestora y convocará elecciones para proveer al cargo; el que resulte elegido lo ocupará por tiempo igual al que restase por cumplir al sustituido». A Rubiales le quedaba en el cargo hasta el último cuatrimestre de 2024, una vez celebrados los Juegos de París.

Pedro Rocha, actual presidente en funciones, trabaja sobre dos vías para ejecutar la sucesión. La primera es convocar una junta directiva y poner fecha a las elecciones para que el ganador sea presidente hasta finales de 2024 (cuando deberán celebrarse nuevos comicios con una nueva asamblea). La segunda es aguantar con la gestora hasta enero y convocar entonces las elecciones, una opción más directa y por la que se apuesta en el Consejo Superior de Deportes (CSD). Su responsable, Víctor Francos, lo dejó ayer claro en La Sexta al manifestar su deseo de que las elecciones definitivas se lleven a cabo «cuanto antes, en el primer trimestre de 2024».

Formada por 41 miembros, la junta directiva de la RFEF se reduce a 13 (12 más el presidente) al convertirse en gestora, que no tiene marcado plazo para elegir presidente. Toda hace indicar que Rocha pasará a ser el presidente de la gestora y, por tanto, también dirigirá en funciones la Federación. Sin embargo, cuenta con oposición. Presidentes de federaciones territoriales se estarían postulando para ocupar la presidencia hasta las elecciones de 2024 que son obligatorias por ley. Uno de los nombres que suena con fuerza es el de Salvador Gomar, responsable de la valenciana.

En caso de haber más de un candidato al sillón, sería la actual asamblea la que elegiría al presidente que guiaría la RFEF hasta 2024, año en el que, por ley, deben convocarse elecciones. La misma asamblea que apostó por Rubiales hace tres años sería la que nombraría a su sucesor y el presidente que saliera elegido podría estar en el cargo hasta después de París 2024.

Pese a que al CSD le gustaría que los comicios se celebraran a principios de año y con una nueva asamblea, la clasificación del fútbol masculino para los Juegos de París lleva hasta el segundo semestre de 2024 el proceso constitutivo de la misma. Sólo en el caso de recibir una petición desde la Federación, el CSD podría autorizar el adelanto de los comicios al primer semestre del año.

La batalla por organizar el Mundial 2030, junto a Portugal y Marruecos, que se resuelve en septiembre, aunque se empieza a evaluar desde febrero, recomiendan a contar con un presidente elegido con un respaldo mayoritario desde principios de año. Que no fuera la gestora provisional la que peleara esa batalla.