Musa renace ante el Girona y el Madrid prolonga su racha triunfal

Al Madrid, tras un autoritario inicio, le dio por cortocircuitar en Girona. Los blancos comenzaron a perder balones, parecía que nadie quería lanzar y, para colmo, Campazzo sufrió una lesión en la mano al intentar un robo de balón. Demasiadas dificultades que los locales no dudaron en aprovechar a su favor. El estadounidense Durham, con cinco puntos consecutivos, y el francés Pons, con un triple, pusieron al Girona seis arriba. La salida de Tavares y la valentía de Ndiaye sí dotaron a los visitantes de más personalidad, sobre todo en defensa, aunque un triple de Fjellerup desde la esquina mantuvo la ventaja catalana hasta el final del primer cuarto (21-15).

Con Campazzo de nuevo a los mandos, el Madrid poco a poco se acercaba en el marcador y, después de un triple de Hezonja, el empate a 23 se hizo efectivo. Parecía que los chicos de Chus Mateo habían encontrado acomodo, que abrirían brecha antes del descanso. El Girona mostraba mucha resistencia pero ya no estaba tan fino en el lanzamiento, Así, una breve pero intensa brecha en las posesiones finales, culminada con una acrobática bandeja de Musa, permitió a los merengues sacar ventaja (29-34).

Los gerundenses, tras el paso por los vestuarios, consiguieron recomponerse gracias a los esfuerzos interiores de Geben. Pero los movimientos del lituano fueron empequeñecidos por Musa, autor de dos triples increíbles que elevaron la distancia de los blancos hasta los siete puntos. Estaba desatado el bosnio, con 17 tantos anotados en el ecuador del tercer tiempo, magnífica noticia para el Madrid recuperar su mejor versión después de un par de meses muy decepcionantes. De hecho, otro triple del ex del Breogán dejó a los merengues en muy buena situación para rematar la faena en el último acto (53-61).

Sin embargo, el enésimo acto de coraje del Girona redujo la diferencia a solo tres puntos. Mateo sacó sin demora a Tavares, el hombre que todo lo condiciona, aunque este no pudo evitar que el parcial aumentase hasta el 8-0. Fue entonces cuando Hezonja se puso manos a la obra, pues nueve puntos casi consecutivos con su firma devolvieron el timón a los visitantes, que no dudaron a la hora de sellar una nueva victoria.