Luis Santamaría (Albuixech, Valencia, 1969) accedió al cargo hace poco más de dos meses, pero ha sido esta semana cuando los focos de la actualidad le han apuntado directamente después de haber acusado a la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) de haber perdido su razón de ser por defender la unidad lingüística con el catalán. El conseller de Gobernación atiende en exclusiva a ABC para aclarar que sus palabras querían servir de advertencia del «riesgo que existe en la Comunidad Valenciana de que se extienda el proceso soberanista catalán si acaban gobernando partidos minoritarios en coalición».

—Sectores del PPCV y del valenciansmo le han reclamado que actúe contra la AVL. ¿Qué medidas van a tomar al respecto?

—No he pretendido abrir la brecha de un conflicto lingüístico con la AVL que ojalá se hubiera superado. Mis palabras tenían un sentido más político, porque determinadas fuerzas políticas que tienen un carácter minoritario están apostando por un modelo que apunta hacia la ruptura del modelo que hemos defendido los valencianos y en la línea de una integración política en el futuro con otros territorios de España. Lo que le pedí a la AVL es que no se preste a contribuir a la ruptura de un consenso sobre un modelo como el actual, en el que los valencianos nos sentimos muy cómodos en el marco de la Constitución y del Estatuto de Autonomía. Lo que le reclamamos a la Academia es que no contribuya con una política lingüístico a meternos en una aventura política que rechazan los valencianos.

—¿Cree que con un tripartito en la Generalitat podría extenderse a la Comunidad Valenciana el proceso secesionista de Cataluña?

—Claramente sí. Existe ese riesgo. Hay fuerzas muy minoritarias, que no aglutinan ni el diez por ciento de los votos, que pretenden aliarse para poner en marcha un proyecto político que podría ser hasta un pentapartito, que va con toda seguridad hacia la separación de nuestro modelo de convivencia. Ahora que la oposición ataca la reforma electoral que propone el PP, yo creo que no existe mayor fraude electoral que el que los ciudadanos no sepan qué programa se va aplicar: ¿El del PSPV, el de Esquerra Unida, el de Compromís o el de Podemos? Los partidos que aspiran a gobernar en coalición deberían presentarse juntos, sería una actitud más honesta y los valencianos sabrían qué consecuencias tendría un gobierno compuesto por tres o cuatro fuerzas minoritarias.

—El PSPV les acusa de avivar el fantasma del anticatalanismo.

—El Consell no tiene ningún interés en abrir frentes de batalla desde el punto de vista lingüístico, ni del social, con una comunidad hermana como Cataluña, con la que existen lazos históricos, afectivos y culturales y con la que queremos seguir teniendo una buena relación. Pero debemos reclamar el principio de lealtad institucional y por ello exigimos que no se produzcan injerencias respecto a los asuntos propios de la Comunidad Valenciana.

—¿Ven a la oposición más cerca del Gobierno catalán que del Consell en esta materia?

—Por supuesto. Nos sentimos muy solos en esta batalla. El 9 de octubre habrá fuerzas políticas en la procesión cívica de la mañana y, por la tarde, estarán en la manifestación apoyando los Países Catalanes. Eso es incompatible. Las formaciones que aspiran a formar un tripartito tras las próximas elecciones han de explicar dónde van a estar en la Diada nacional de Cataluña del 11 de septiembre, tanto física como políticamente, o dónde van a estar los eurodiputados de EU y Compromís: ¿defendiendo el catalán o el valenciano en Bruselas? Hay una tendencia hacia la suma de partidos minoritarios que están hurtando un debate a los valencianos.

-¿Tienen previsto volver a reclamar al Gobierno catalán que termine con las injerencias políticas de Cataluña?

-El PP presentará mociones en todos los ayuntamientos valencianos para reclamar el fin de esas injerencias, pero debe quedar claro que no es un enfrentamiento con el pueblo catalán. Lo que hacemos es pedirle más responsabilidad a los dirigentes políticos catalanes. España es un Estado de Derecho y debemos reclamar lealtad institucional entre Administraciones.

-La oposición le critica por no emplear el valenciano en público.

-Nací en Albuixech y soy nieto de agricultor, mi padre era de Burgos y viví en Madrid diez años, pero sé hablar valenciano. De todas formas, el Estatuto consagra dos lenguas oficiales y no debe haber valencianos de primera y de segunda en función de la lengua que empleen.

-¿Es posible abordar la reforma del Estatuto de Autonomía que plantea el PP con el actual clima político?

-Dependerá de la oposición. Nuestro objetivo es eliminar los privilegios que separan a la ciudadanía de los políticos. La oposición deberá explicar por qué está en contra de reducir las vacaciones del diputados. Hay que reflexionar sobre el aforamiento, reducir el número de diputados o la elección por circunscripciones comarcales de al menos un tercio de la Cámara.