El optimismo empieza a adueñarse del PP a medida que se consumen los últimos días de la campaña electoral. El presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, se mostró ayer convencido de lograr un buen resultado el próximo domingo en la Comunidad a pesar de las encuestas, y señaló que, según los datos que maneja Génova, «vamos a ganar las elecciones en las tres provincias».

El líder del PP, que cerró el mitin más multitudinario de la campaña en el Ágora de Valencia, trasladó su apoyo y reconocimiento a Alberto Fabra y los populares valencianos, que tradicionalmente han sido uno de sus principales apoyos territoriales: «Os han acosado mucho, pero estamos aquí y vamos a seguir mucho tiempo», señaló, en alusión a su convencimiento de que el PPCV retendrá el gobierno autonómico en 2015.

El jefe del Ejecutivo también reconoció el trabajo realizado por el presidente de la Generalitat para paliar la crisis y vaticinó que «la Comunidad Valenciana estará a la cabeza de la recuperación» económica. Es más, avanzó que en mayo habrá «grandes datos» del paro para la región.

Asimismo, Rajoy tuvo también palabras de agradecimiento y apoyo para la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. «Rita es una alcaldesa de primera, y Valencia una ciudad que es orgullo para España y a la que siempre apetece volver», exclamó, antes de deslizar su deseo de que Barberá vuelva a ser candidata en 2015.

«Veinte victorias»

Antes que Rajoy había tomado la palabra el presidente valenciano, Alberto Fabra, quien agradeció al jefe del Ejecutivo su esfuerzo para «sacar a España de la crisis» y reivindicó el papel del PPCV en el apoyo electoral a la marca popular: «Hemos ganado 20 elecciones seguidas, y el domingo ganaremos una más», aseguró. El presidente de la Generalitat también reivindicó las medidas de ajuste que ha tenido que adoptar, gracias a las cuales «estamos creando empleo neto».

También el candidato al Parlamento Europeo, Miguel Arias Cañete, tuvo un guiño para la región al pedir que no se vote «a los que querían eliminar los trasvases y arruinar la agricultura valenciana».

En un mitin con abundancia de intervenciones –hasta seis dirigentes tomaron la palabra–, una de las más vehementes fue la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien actuó como anfitriona. La alcaldesa se felicitó por la nueva «demostración de fuerza e ilusión» de los populares valencianos con su masiva respuesta, y exigió a los asistentes «cabeza alta y orgullo por ser del PP». Barberá pidió que no se deje «el futuro en manos de la abstención y de grupúsculos que nos pueden perjudicar», y acusó al PSOE de ser «una fábrica de parados».

El presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, por su parte, alabó el papel que a su juicio jugará González Pons como eurodiputado, y aprovechó para lanzar un mensaje a Rajoy –fue el único que lo hizo–, a quien reclamó «que nos apoye con la financiación, porque llevamos diez años pasándolo mal».

Éste, mientras, pidió a los valencianos que respondan con su voto a las pretensiones expansionistas del catalanismo. «ERC será el partido más votado en Cataluña», señaló. «Si los catalanes votan más, los valencianos no podemos votar menos».

Exhibición de «músculo»

Tal como estaba previsto, el mitin del presidente del Gobierno ayer en Valencia se convirtió en el más multitudinario de la campaña europea del PP, al congregar a casi 7.000 militantes y simpatizantes, y permitió a los populares, una vez más, exhibir su «músculo» en la Comunidad.

En las inmediaciones del Ágora estacionaron un centenar de autobuses que habían llegado a Valencia cargados de militantes desde todos los rincones de la Comunidad –más de una hora antes de que comenzase el acto ya costaba llegar hasta los accesos del recinto–, mientras hasta cuatro protestas se solapaban en el espacio y el tiempo: «yayofalutas», Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Marchas de la dignidad y afectados por el cierre de Radio Televisión Valenciana (RTVV). Todas se dieron por concluidas sin incidentes.