Los principales representantes de las entidades de la Comunidad Valenciana incluidas en un libro de texto editado por la Generalitat de Cataluña como parte de la «cultura tradicional de los Países Catalanes» clamaron ayer contra el presidente catalán, Artur Mas, por «tergiversar la realidad con fines políticos».

Conforme avanzó ayer ABC, la deriva soberanista del Ejecutivo que lidera CiU ha alcanzado las aulas, hasta el punto de que en un manual dirigido a alumnos de Primaria se citan a las sociedades de música de la Comunidad Valenciana, el Misteri d’Elx, los moros y cristianos o la Escolanía de la Virgen de los Desamparados de Valencia como ejemplos de música catalana.

Esta circunstancia ha provocado la «indignación» de los aludidos por la «manipulación de la cultura con intereses políticos». Al respecto, el presidente de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV), Josep Francesc Almería, lamentó el «uso unilateral del término Países Catalanes en un contexto político». A su juicio, la maniobra del Gobierno catalán sería equiparable a que «España montara un contubernio y dijera ahora que Perú, Colombia o Chile forman parte de unos Países Españoles».

Además, Almería, que representa a un colectivo que agrupa a 543 entidades y más de 200.000 socios, recalca que «el movimiento de las sociedades musicales en Cataluña» –donde apenas hay registradas ochenta bandas– «no tiene nada que ver con la Comunidad Valenciana, donde somos los líderes absolutos en toda España y no tenemos nada que ver con los Países Catalanes».

Almería explica que la sociedad que representa –que integra a 40.000 músicos y 60.000 alumnos– está «completamente alejada de ese concepto de Países Catalanes» que pretende inocular el Ejecutivo nacionalista. Una situación que, según explica, «también se produce en las Islas Baleares».

Luis Garrido, director de la Escolanía de la Virgen de los Desamparados de Valencia –que también se les enseña a los alumnos de Primaria en el contexto de la cultura catalana– también comparte el «uso indebido y político» de la cultura en favor de intereses partidistas.

De acuerdo con su opinión, «se trata de dos ámbitos que habría que separar». Además, Garrido recuerda que «no tenemos más nexo de unión con Cataluña que una buena relación con la Escolanía de Montserrat», pero deja claro que «nuestra entidad fue fundada en 1958 por el arzobispo Olaechea y es la única que existe en la Comunidad Valenciana». «Sin alguien la cita en un libro de texto como parte de los Países Catalanes es atribuible a la política soberanista» del Gobierno que preside Artur Mas, según precisa.

El manual que ha editado el Gobierno catalán también incluye festividades propias de la provincia de Alicante, como los moros y cristianos, cuyos representantes también rechazan las injerencias catalanistas. Así, para el presidente de la Unión Nacional de Entidades Festeras (UNDEF), Francisco López, «las fiestas son autóctonas de cada pueblo. Ni los valencianistas tienen que apoderarse de unas ni los catalanes de otras». Al respecto, atribuye la inclusión de festividades propias de la Comunidad Valenciana como si se trataran de catalanas a «un tema de política lingüística», pero insiste en que «las fiestas son de cada pueblo».

El libro editado por la Generalitat de Cataluña bajo el título de «Requetetxec» también cita los coros del Misteri d’Elx como propios de la cultura popular de los Países Catalanes.

Una aseveración que merece la denuncia de Pablo Ruz, coordinador de Cultura y portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento ilicitano. Para Ruz, los aspectos culturales no se han utilizado «nunca a lo largo de la historia como herramienta política», por lo que se declara indignado por el hecho de que el Gobierno catalán «se quiera apropiar de algo que es Patrimonio de la Humanidad y que en 1931 fue declarado Patrimonio Nacional Español».

Anterior a Cataluña

Al respecto, el representante del Consistorio ilicitano recuerda que «el Misteri d’Elx es anterior incluso a la historia de Cataluña», y que, en todo caso, «por historia debería ser aragonés y no catalán». A su juicio, «Artur Mas se empeña en hacer el ridículo» aunque, aclara, su «expansionismo lo es para unas cosas y no para otras. Pretende invadir otra cultura y crear un enfrentamiento entre el pueblo valenciano y el catalán. Una injerencia y una irresponsabilidad con la que –según sostiene– quiere tapar otros problemas».