Escucha al pájaro más estridente del mundo

Los cantos tienen una presión sonora aproximadamente tres veces mayor que la del guardabosques gritón ( Lipagus vociferans ), otra ave del Amazonas así bautizada por sus llamativos chillidos.

Los investigadores tuvieron la suerte de ver cómo las hembras de los campaneros ( Procnias albus ) se unen a los pájaros en las ramas de exhibición, en la cima de las montañas. En esos casos, cuando la pareja comienza a intimar, ellos no solo cantan sus canciones más ruidosas, sino que giran bruscamente durante el espectáculo «para que la nota final de la canción suene directamente a la hembra», afirma Jeff Podos, responsable del estudio.

«Nos encantaría saber por qué las hembras voluntariamente se mantienen tan cerca de los machos mientras cantan tan fuerte», admite. «Tal vez están tratando de evaluarlos de cerca, aunque a riesgo de algún daño en sus sistemas auditivos», reflexiona.

Los investigadores dicen que es difícil describir cuán fuerte es realmente la llamada porque no resulta sencillo hacer comparaciones entre los sonidos que se escuchan a diferentes distancias. Podos dice que los aullidos de los monos aulladores y los bramidos del bisonte están bien estudiados y son bastante ruidosos. Pero no son tan ruidosos como los campaneros. Eso es especialmente impresionante debido al pequeño tamaño de la especie en comparación con esos mamíferos. Los campaneros blancos pesan solo alrededor de un cuarto de kilogramo.

Los campaneros blancos tienen algunas características anatómicas intrigantes, incluidos músculos y costillas abdominales inusualmente gruesas y desarrolladas. Los científicos sospechan que podrían estar relacionadas con el canto, motivo por el que decidieron grabarlos.

Para los autores, fue una gran sorpresa encontrar que los campaneros blancos machos cantan más fuerte que cualquier otra especie de ave conocida, pero también aprendieron que hay una compensación. A medida que las canciones se vuelven más fuertes, también se acortan en duración. Según publican en «Current Biology» , esto se debe a las limitaciones en la capacidad de los sistemas respiratorios de las aves para controlar el flujo de aire y generar sonido.

El descubrimiento ofrece otro ejemplo de las consecuencias de la selección sexual. Cuando los machos compiten por las compañeras, impulsan la evolución de rasgos verdaderamente extraños y exagerados, incluida la cola del pavo real y ahora, al parecer, el canto ridículamente fuerte del campanero.