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Las ventajas de la fidelidad para toda la vida y la receta para mantenerla

Los machos de ciertas aves monógamas siguen exhibiendo su atractivo tras la conquista para que su compañera sea una madre más eficiente

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ABC Ciencia

Trevor Price, biólogo de la Universidad de Chicago, tuvo en una ocasión una experiencia con una pareja de jilgueros que ejemplifica muy bien la fortaleza de los lazos «amorosos» entre estas aves: «Cogí una hembra, la puse en una bolsa para pájaros y la llevé ... de regreso a la estación de anillamiento. Durante todo el camino, su compañero me siguió, llamándola. El macho esperó con impaciencia en un árbol cercano mientras yo desataba a la hembra, y cuando la solté, la pareja se fue volando junta, trinando», recuerda. Muchos otros investigadores de aves pueden contar historias parecidas. Este tipo de uniones, en las que se forma un vínculo muy estrecho y emocional, también suceden en otras especies. «Evidentemente, el apego entre un macho y una hembra no es solo una característica de los humanos», dice el investigador.

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