Estas son las líneas rojas que debes marcarte cuando te conviertes en tu peor enemigo

A veces nos pasa con el trabajo. No está la cosa como para hacer el tonto, dirás, pero no somos conscientes de que el rendimiento se ve perjudicado cuando no hay descanso, de que la familia se cansa de que estés siempre ausente y de que una vida sana es una vida equilibrada.

Estamos en la época de la gran renuncia, personas que a pesar de no tener una alternativa renuncian a su trabajo, personas quemadas, muchas en tratamiento psiquiátrico, viviendo lo que tanto han temido.

El bienestar requiere de límites a uno mismo. Tenemos la posibilidad de comer todo lo que queramos, de comprar infinidad de bienes de consumo incluso a plazos si fuera necesario, pero a pesar de todas estas comodidades no somos felices. Tenemos las tasas más elevadas de la historia en depresión, ansiedad, obesidad e infinidad de enfermedades auto inmunes y metabólicas. Quizás tener acceso a todo no es la solución, quizás necesitamos marcarnos algunos límites a nosotros mismos, a nuestros deseos y caprichos. Quizás tenemos que racionalizar o limitar lo que comemos, lo que consumimos, lo que envidiamos.

Quizás ese límite que tienes que poner para recuperar tu bienestar es a una pantalla. La vista es el sentido que más información aporta a nuestro cerebro. Lo que vemos es nuestro mundo, nuestra realidad, nuestro referente. Mientras miramos a una pantalla no estamos mirando a los ojos de nuestra pareja, de nuestros hijos, de las personas que tenemos cerca. Tu mundo es tu referencia, tus ojos son tus focos, tu realidad es lo que pasa por delante de tus ojos.

Es posible que ese límite que debemos poner, esa línea roja que debemos dibujar sea a la información que recibimos. No podemos creer todo lo que leemos, vemos o nos dicen. Tu bienestar dependerá de la información que llegue a ti. Filtra tus inputs informativos, elige fuentes de información fiables y válidas, analiza lo que llega a ti, elige lo que quieres saber y de qué medio quieres saberlo. Nos preocupamos por bulos que jamás existieron, sufrimos por imágenes manipuladas, nos hacemos una idea de la realidad a partir de informaciones parciales o descontextualizadas.

Limita también tu distracción. Distraerse es humano, lo necesitamos y lo buscamos. No podemos estar siempre a mil por hora. Pero si me lo permites aquí tengo dos consejos que ofrecerte. El primero es que esa distracción sea estimulante, constructiva, que aporte algo a tu vida, que te regenere. A menudo perdemos demasiado tiempo con distracciones que nos provocan más perjuicio que beneficio.

Noticia Relacionada

Qué es el trastorno límite de la personalidad y por qué tal vez esté más cerca de lo que crees

Tomás Navarro

El psicólogo Tomás Navarro explica las claves de un trastorno de la personalidad que no siempre resulta fácil de identificar. Es una de las claves de su libro 'Tus líneas rojas', cuyas ideas comparte cada 15 días en ABC Bienestar

El segundo de los consejos es que limites esas distracciones. Puedes mirar tu serie favorita pero ponte una alarma para no caer en una espiral de televisión y comida. Equilibra tu tiempo de actividad con tu tiempo de distracción. Las balanzas desequilibradas nunca fueron buenas. Por cierto, una pregunta ¿De qué tratas de distraerte? A menudo nos distraemos para no pensar en la vida que tenemos o en un problema determinado. Es mejor pasar a la acción que distraerse. Los problemas son pacientes. El tiempo no cura nada. La vida no cambiará por arte de magia.

Dibujar unas líneas a uno mismo es igual de importante que dibujárselas a un perfil abusivo o tóxico. Sí, a menudo somos tóxicos para nosotros mismos…

Noticia Relacionada

«No le puedes caer bien a todo el mundo, ni falta que te hace»

Tomás Navarro

El psicólogo Tomás Navarro explica que es un error pensar que tenemos que ser amigos de todo el mundo y revela por qué. Es una de las claves de su libro 'Tus líneas rojas', cuyas ideas comparte cada 15 días en ABC Bienestar

Puedes descubrir otros consejos de Tomás Navarro (@tomasnavarropsi en instagram) para poner límites a aquellas personas que nos hacen daño en su obra 'Tus líneas rojas' . Y además, puedes leer aquí otros artículos de Tomás Navarro en ABC Bienestar.