Retrospección idílica: por qué se recuerdan las cosas mejor de lo que fueron
La psicóloga Inés Pérez Romero, del equipo de 'En equilibrio mental', explica las claves del sesgo cognitivo que nos lleva a recordar eventos pasados de forma más positiva de lo que se vivieron en el momento en el que estaban ocurriendo

¿Recuerdas las últimas vacaciones de verano antes de la pandemia?, ¿tus años de universidad?, ¿el primer amor? Seguramente esté recorriendo por tu cuerpo una sensación placentera al recordar esos momentos de desconexión y disfrute bajo la sombrilla de la playa. Estés experimentando una ... conexión reconfortante con el pasado y todos aquellos compañeros de estudios que marcaron tu vida, incluso es posible que te esté invadiendo una dulce nostalgia al revivir todas las tardes que compartías con esa persona especial…
Sin embargo, entre todos esos recuerdos seguramente se haya difuminado la irritación que te producía no encontrar un buen sitio entre tanta gente o la arena que lanzaban justo a tu toalla los niños de al lado. Tampoco recordarás las noches en vela estudiando para aquel examen que no había forma de aprobar ni todas esas horas esperando un mensaje que no llegaba con el corazón en un puño.
Es frecuente que idealicemos el pasado . Este fenómeno se denomina retrospección idílica , un sesgo positivo de memoria que describe la tendencia a recordar eventos pasados de forma más positiva y con más cariño de lo que se vivieron en el momento en el que estaban ocurriendo.
Este fenómeno fue definido por primera vez en 1994 por Terrence Mitchel y Leigh Thompson y ya en 1997 los investigadores describieron 3 experimentos en su artículo ‘'Ajustes Temporales en la Evaluación de Eventos: La Restrospección Color de Rosa', en los que distintos participantes fueron reclutados para participar en unas vacaciones en Europa, unas vacaciones de Acción de Gracias y unas semanas de viaje en bici por California. Concluyeron que la evaluación que hacían de las experiencias vividas era más positiva tras el paso del tiempo que en el preciso instante en el que estaban disfrutando de las mismas.
Desde ese momento se han realizado numerosos experimentos que han replicado los mismos hallazgos, especialmente desde el campo de la psicología positiva y el estudio de la memoria autobiográfica , es decir, la memoria que tiene que ver con nosotros mismos y nuestras vivencias.
La retrospección idílica ocurre porque la memoria, lejos de ser una cámara de vídeo es más bien un collage de recuerdos que adopta una u otra forma en función del momento en el que se haga o de las emociones que estés experimentando al recordar. Los sesgos de memoria positivos responden a procesos adaptativos que tratan de mantener nuestro bienestar , por lo que representan un mecanismo saludable que permite mantener una visión positiva de uno mismo.
Pero lo cierto es que este sesgo no solo influye a nivel individual, pues también puede denominarse declinismo en referencia a la creencia colectiva de que una sociedad o institución tiende al declive. Se puede observar en frases del día a día como ‘esto antes no pasaba’, ‘la economía está cayendo en picado’ o ‘la juventud de hoy en día tiene la cabeza en las nubes’. Sin embargo, como señala Hans Rosling y su Fundación Gapminder, la estadística nos demuestra justo lo contrario y es que los índices de desarrollo mundiales son mucho más optimistas de lo que creemos.
Como ves, todo tiempo pasado fue mejor… ¿o no?
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