Tres recetas con calabacín con pocas calorías y un sabor sorprendente

También es comúnmente conocida la verdura rellena , siendo el calabacín y la berenjena las verduras más famosas, aunque también se pueden ver pimientos, tomates e incluso aguacates rellenos. Sin embargo, las opciones que te traemos a continuación son de lo más originales

Estas son las recetas con calabacín que nos propone Catalina Prieto:

Comenzamos por elaborar la salsa, para ello sofreímos el ajo picado en el aceite de oliva virgen extra, incorporamos el tomate natural cortado en dados y sofreímos hasta que se vaya reduciendo. A continuación incorporamos el tomate triturado y dejamos reducir a fuego medio bajo hasta que se vaya caramelizando ligeramente. Salpimentar y reservar.

A continuación en un cazo o cazuela no muy grande doramos los 3 dientes de ajo cortado en láminas y la cebolla troceada en el aceite de oliva, incorporamos también la hoja de laurel y a continuación los guisantes congelados, rehogamos un par de minutos y añadimos el agua caliente. Cocemos entre 5-7 minutos de forma que no pierdan su verdor. Escurrimos el jugo y traspasamos los guisantes al vaso de nuestro robot de cocina, añadimos una pizca de sal y pimienta, el perejil, una o dos ramas de albahaca al gusto y el zumo de medio limón además de los anacardos. Trituramos a velocidad máxima aunque no es necesario que el anacardo quede completamente triturado. Reservamos.

Lavar bien los calabacines y secar. Con la ayuda de una mandolina o un cuchillo afilado cortar láminas finas.

Colocar la salsa en el fondo de una rustidera o recipiente que pueda ir al horno. Sobre cada lámina de calabacín extender una cucharada de la crema de guisantes y enrollar. Colocar los rollitos verticalmente sobre la salsa, repetir la operación con el resto de las láminas. Colocar un poco de queso (lácteo o vegetal) sobre los rollitos y llevar al horno precalentado a 180 ºC. Hornear durante 20 minutos. Servir con unas hojas de albahaca fresca.

Receta completa pinchando aquí .

Utilizando una mandolina, corta el calabacín en láminas finas y colócalas una al lado de la otra en papel absorbente. Añadir una pizca de sal. Déjelos sudar durante 5-15 minutos, limpiándolos con otro papel absorbente al terminar el proceso.

En un bol combinar la ricota con el queso de cabra, la ralladura de limón, las nueces picadas, una pizca de sal, pimienta negra al gusto. Remover suavemente hasta que las nueces y el limón estén repartidos uniformemente. Refrigerar mientras preparamos la crema de zanahoria.

Calentar en un cazo el aceite y dorar a fuego medio el ajo, la chalota picada finamente y cuando comiencen a ablandarse añadir las zanahorias peladas y troceadas, dejar que se ablanden durante unos 10 minutos. momento en el cual añadiremos el caldo y dejaremos que termine de cocerse. Una vez transcurrido este tiempo, salpimentar y triturar con la batidora. Reservar.

Tome cuatro láminas de calabacín y colóquelas de dos en dos formando una cruz. Rellanar con una cucharada grande de queso, envolver la mezcla con el calabacín formando un paquete. Colocar una cucharada de aceite de oliva sobre una sartén a fuego alto y dorar durante unos segundos nada más cada ravioli por ambos lados. Repetir la operación con el resto de los calabacines y la ricotta con nueces. Servir los raviolis de calabacín sobre la crema de zanahoria y... ¡disfrutar!

Receta completa pinchando aquí .

Poner a cocer en un cazo pequeño con agua los dientes de ajo (unos 10 minutos aproximadamente). Cortar los extremos del calabacín y retirar solo la mitad de la piel, cortar en cubos no muy grandes y meter en el vaso del robot de cocina. Remojar con antelación los anacardos, al menos durante dos o tres horas, escurrir e incorporar al vaso de triturar.

Comenzar por triturar el calabacín con los anacardos a velocidad alta durante un minuto. Detener e incorporar la pulpa del aguacate, el ajo cocido y pelado, la albahaca, el vinagre y un par de cucharadas de aceite, sal y pimienta negra y el agua fría. Seguir triturando durante otro minuto más hasta que quede suave. Para obtener una emulsión suave añadiremos poco a poco el aceite de oliva restante dándole 30 segundos más.

Batir hasta que quede suave. Probar y ajustar los condimentos, añadiendo si nos gusta un chorrito de limón para darle brillo y sal al gusto, o un toque extra de vinagre. Añadir más agua si preferimos una consistencia más fina.

Podemos acompañar esta crema fría con unos picatostes hechos en casa. Para ello precalentar el horno a 220 º C y forrar una bandeja para hornear con papel vegetal. En la bandeja del horno, mezclar unos trozos de un buen pan integral cortado en cubos con ajo( si nos gusta) y un chorrito de aceite de oliva. Hornear hasta que estén crujientes, unos ocho minutos.

Sirve la sopa a temperatura ambiente, o ligeramente fría, con los picatostes de ajo y un chorrito de aceite de oliva. Yo la he presentado con queso de cabra desmenuzado y unas escamas de chile rojo picante y hojas de albahaca fresca.

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