Lo que los nutricionistas miran en la etiqueta para elegir el mejor café

Pero al igual que existen cientos de maneras de tomarlo , también existen cientos de tipos de café . Y cada uno tiene unas características, así como unas propiedades y beneficios. Hay tantos tipos, y formatos (molido, soluble, en cápsulas), que puede que a la hora de elegir cuál será el café que nos acompañará por las mañanas no sepamos muy bien en qué debemos fijarnos para terminar en nuestra cesta con el mejor. Lo primero que debemos saber es que podemos encontrarnos cafés más saludables que otros . La nutricionista colaboradora de ABC Bienestar, Elisa Escorihuela, explica que esto depende de «cómo esté procesado el grano de café y, en menor medida, de la calidad del grano». Dentro de los cafés molidos, encontramos tres tipos: el café 100% arábica de tueste natural (dentro de este tipo encontraremos un tueste ligero, medio y oscuro), el torrefacto y el mezcla .

La nutricionista María Eugenia Fernández (@meugenia84) explica que, a la hora de determinar si un café tiene mayor calidad que otro debemos fijarnos en el tueste que tiene . «El grano de café, al ser recogido de su planta, tiene un color verde y casi ningún aroma. Cuando se somete al proceso de tostado es cuando sus propiedades se alteran hasta obtener ese color oscuro que todos conocemos y todas sus características de sabor y aroma», explica la nutricionista.

Comenta entonces, que si hablamos del tueste natural, hablamos de cuando el grano es procesado en la tostadora, donde se mueve a altas temperaturas, mientras sus propiedades organolépticas van modificándose. «La temperatura y el tiempo que pasa allí influirá en el tostado, por este motivo, existen diferentes tipos o grados de tueste », dice. Apunta Elisa Escorihuela, que este tueste natural es el que tiene el café que llamamos café 100% arábica. «Dependiendo de la intensidad del tueste, tendrá un sabor y un color más o menos fuerte y su contenido en cafeína también variará según este factor», comenta la nutricionista.

Si hablamos del café torrefacto, es este el café que surge de un proceso en el que  se añaden azúcares al grano de café mientras se tuesta. «El azúcar se va derritiendo hasta quemarse y envolver en grano, lo que genera un sabor fuerte con mayor amargor y un tono muy oscuro que en cierta forma cubre el gusto original del café», dice María Eugenia Fernández, que añade que, por cada 100 kilos de café, se añaden 15 de azúcar, que es lo que le da el tono que conocemos. «Este tipo de café se consume mucho en nuestro país, pero se hace por que hay un hábito, no porque sea de mayor calidad», apunta.

Cuando nos referimos al café mezcla , nos referimos un tipo de empaquetado que se ofrece en el mercado donde se combinan granos de tueste natural y torrefacto.

A la hora de elegir qué café comprar, lo que recomienda la nutricionista María Eugenia Fernández es buscar un café con el grano menos tostado , ya que así ofrecerá más aportes nutricionales. «El mayor beneficio del café son sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que no solo se debe a los niveles de cafeína, sino también a otros componentes en los granos que son positivos, como los fenoles. Esas propiedades antioxidantes van disminuyendo según el nivel de tostado», explica. También, comenta que el café torrefacto, al ser tan amargo, necesita azúcar para endulzarlo. Por ello, si nos decantamos por uno de tueste natural, es más probable que necesitemos menos cantidad de azúcar a la hora de tomarlo.

Por otro lado, podemos optar por comprar café soluble , que no necesita una cafetera para su preparación, y es mucho más rápido. «Estos cafés no son una mala opción, pero si podemos elegir, es mejor el café en grano o molido de tueste natural», dice Elisa Escorihuela. Comenta que para la preparación del café soluble se suele utilizar un g rano de café de menor calidad , el café robusta, este es un poco más amargo que el resto.

«Este café pasa por un procesado en el que se extrae del grano del café todos los sólidos solubles y se elimina el agua contenida . También, contiene una menor cantidad de cafeína que el de tueste natural», apunta. Entre sus inconvenientes, la nutricionista destaca que, como a veces se mezclan estos gránulos con otros cereales o semillas para darles más peso y un mejor color, esto puede causar algunos problemas a nivel digestivo como malestar estomacal, hinchazón o diarreas.

Respecto al café de cápsulas, ambas profesionales coinciden que es importante fijarse en qué tipo de cafe molido tienen para elegir las mejores, aunque comentan que, debido a que la mayoría están fabricadas con materiales no reciclables, tienen un alto impacto para el medioambiente y es mejor evitarlas.

Por último, hablan sobre el café descafeinado . Elisa Escorihuela comenta que, en este tipo de café se le extrae al grano la cafeína, y como resultado obtenemos un café que conserva las mismas propiedades antioxidantes del café, pero, no tendremos los beneficios nutricionales de la cafeína en sí, como su efecto protector del cáncer y enfermedades cardiovasculares. «Sí pueden aparecer leves diferencias en el color y también en el aroma y matices de los granos descafeinados con respecto al café original», añade María Eugenia Fernández.

La recomendación de ambas es optar por aquel que se adapte mejor a nuestra dieta. Concluye la colaboradora de ABC Bienestar, que lo importante es «evitar añadir grandes cantidades de azúcar» , así como otros complementos, como la crema o la nata, para poder tomar el café más saludable posible.