NATURALEZA
La sierra de San Pablo, una agradable sorpresa junto a la campiña sevillana
Este espacio natural de gran valor, a 600 metros de altitud, se encuentra en el término municipal de Montellano
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Alberto Flores
Montellano
A unos 70 kilómetros de la capital de Andalucía se encuentra un bonito y curioso paraje natural que en muchas ocasiones pasa desapercibido. Aquellos que van buscando la tranquilidad propia de los parques naturales o espacios en los que poder disfrutar de actividades al aire ... libre, suelen acudir a destinos clásicos como la sierra de Grazalema. Pero a medio camino, entre los términos municipales de Sevilla y Cádiz, se encuentra una auténtica y desconocida sorpresa, la sierra de Montellano, también conocida como la sierra de San Pablo.
A medida que nos vamos acercando, surcando la carretera A-375, que desde Utrera nos enseña las siluetas urbanas de localidades como Los Molares o El Coronil, nos sorprende desde la lejanía el perfil de una montaña verde que va a llamar directamente nuestra atención. Venimos de tierras llanas, sólo salpicadas por algunas colinas, donde apenas existe vegetación ya que predominan los cultivos y poco a poco vemos como el paisaje va mutando, con las grandes moles de la serranía de Ronda justo delante de nosotros, las elevaciones de la sierra de Morón a nuestra izquierda, y la curiosa montaña verde que da vida a la sierra de San Pablo.
En la base de esta montaña se encuentra la población de Montellano, pero hoy vamos a disfrutar de un día al aire libre, de la naturaleza en todo su esplendor, de los soberbios pinos que le dan una personalidad única a este rincón de la geografía sevillana. La sierra de San Pablo cuenta en su punto más alto con casi 600 metros de altitud, por lo que en días claros, desde cualquiera de sus miradores, es posible disfrutar con una espléndida vista tanto de la cercana sierra Sur, como incluso en algunos momentos del casco urbano de Sevilla. Uno de los mejores lugares para disfrutar de estas vistas, es sin lugar a dudas el mirador de la Cruz.
La composición geológica de este lugar, ha permitido también la formación de algunas cuevas, entre las que cabe destacar por ejemplo la cueva de La Gitana. Es una zona rica en agua, donde históricamente ha habido muchos manantiales y ríos que han vertido agua por ejemplo al Salado de Morón de la Frontera. En este sentido hay que destacar principalmente uno de los lugares más emblemáticos de la sierra, como es el denominado pozo Lobero, llamado así por ser el lugar al que antaño iban a beber los lobos que habitaban la zona. Contemplando la rica vegetación que se puede disfrutar en este lugar, no cuesta trabajo trasladarse a otras épocas, para imaginar un entorno lleno de estos animales. No en vano, no estamos lejos de la serruezela de Lopera, un topónimo que algunos especialistas también creen que puede estar relacionado con la presencia de lobos.
Para disfrutar de este espacio natural, podemos subir precisamente por una empinada carretera bien asfaltada que pasará justo por delante del famoso pozo Lobero, para llegar en pocos minutos a una fantástica área recreativa, donde podremos aparcar sin problemas nuestro vehículo y disfrutar de una completa infraestructura. Mesas y bancos de madera nos ayudarán a disfrutar de un almuerzo improvisado, en un paisaje muy agradable y donde nos será muy sencillo dejar atrás el ruido y el ajetreo propios de nuestro día a día.
Frondosos pinares
En cuanto a las especies naturales que vamos a encontrar en la sierra de San Pablo, destacan el pino carrasco y el resinero, aunque también existen encinas y algarrobos, siendo de gran valor las diferentes variedades que existen en la zona de arbustos y plantas herbáceas. Para aquellos que sean capaces de observar con mayor atención, también encontrarán algunas especies de orquídeas. Ya no existen lobos en la zona, para tranquilidad de los ganaderos pero sí será posible toparnos con pequeños roedores, zorros, o reptiles como la culebra de escalera.
Estamos en un lugar ideal para la práctica de deportes que toman el medio natural como escenario, razón por la cual cada fin de semana la sierra de San Pablo se llena de personas que acuden a este lugar a disfrutar de todo tipo de modalidades deportivas. Estamos en un lugar ideal para practicar por ejemplo el senderismo, por lo que existen varias rutas que recorren todo este paraje. Lo mejor será disfrutar con una propuesta circular, que nos va a servir para conocer prácticamente toda la zona en algo más de tres horas, recorriendo 8,5 kilómetros.
Además, la sierra de San Pablo es también un lugar muy frecuentado por los ciclistas de la zona, tanto los amantes de los caminos y los senderos utilizando la bicicleta de montaña, como por los ciclistas de carretera. Las diferentes subidas que existen a la zona más alta de la sierra, son muy apreciadas por los ciclistas, que las utilizan para entrenar o disfrutar de rutas que tienen a la naturaleza como protagonista, ya que son las cuestas más importantes que se encuentran en toda la comarca. La subida desde el punto más bajo hasta el mirador que supone la máxima altura de la sierra, da vida a uno de los puertos más bonitos que se pueden subir en bicicleta en toda la provincia de Sevilla.
Queda para los más atrevidos otra fantástica opción para conocer todo el entorno de la sierra de San Pablo, ya que en Montellano existe un club dedicado a la práctica del parapente, que organiza de manera regular vuelos desde uno de los puntos más altos de la sierra. En días en los que las condiciones son buenas, es posible realizar desde este punto vuelos que pueden llegar al alcanzar hasta los 25 minutos de duración.
Los encantos de este rincón de la geografía sevillana no sólo se limitan a los recursos naturales, ya que los amantes de la historia y del arte pueden disfrutar al máximo visitando el castillo de Cote, que se encuentra en este territorio y que comenzó a construirse nada más y nada menos que a finales del siglo XIII. Se trata de un punto más de una línea de fortalezas defensivas, que junto a las torres de Lopera y el Bollo, o los castillos de Morón y de las Aguzaderas en El Coronil, daban vida a la denominada 'Banda Morisca'.
Lo más llamativo de este curioso castillo, ubicado en una zona que fue en otros tiempos escenario de numerosas batallas entre los ejércitos cristianos y musulmanes es la torre-capilla, catalogada como torre tetrabsidal, un elemento único en la arquitectura de la península ibérica.
Y para que nuestra visita a los parajes que componen la sierra de San Pablo sea completamente inolvidable, la mejor opción pasa por dirigirnos a la cercana Venta El Potaje, un establecimiento muy famoso por estos lares, donde como su propio nombre indica podremos disfrutar de platos caseros que compondrán un fantástico almuerzo, que nos servirá para marcharnos de Montellano con un inmejorable sabor de boca.
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