Boxeo: La última tendencia para unos abdominales de hierro

Desde el calentamiento empieza la brutal combustión de grasa, el metabolismo se acelera desde el primer día. Lo que ocurre dentro de los rings no ocurre en ningún gimnasio por más elíptica y cinta de correr a toda velocidad. La cantidad de calorías que se queman durante una sesión de boxeo es muy elevada, así como la facilidad de seguir quemando grasa tras quitarte los guantes y secarte la frente.

El corazón y la mente son los grandes responsables de que se forjen unos abdominales de hierro y sin darnos cuenta nos estamos liberando del estrés y los kilos que nos torturan.

Los entrenamientos suelen comenzarse con tablas de ejercicios muy dinámicas y altamente efectivas para desarrollar resistencia : Burpees, skipping de rodillas, jumping jacks, flexiones... añadido al salto de cuerda , gran protagonista para fortalecer nuestra capacidad pulmonar .

La técnica son seis golpes que combinados de diferentes maneras junto con las esquivaciones logran una verdadera obra maestra coreográfica, impulsada por la adrenalina y los actos reflejos que se desarrollan automáticamente.

Cada asalto tiene una duración de tres minutos hasta que suena la campana para volver al ritmo "punch, punch, punch" que genera más adicción que el azúcar.

Entre las otras actividades que se realizan sigue la gran descarga de emociones durante el manopleo y cuando pegamos rápido y fuerte contra el saco . No son golpes al azar, implican mucha concentración para realizar las miles de combinaciones posibles para golpear al costal o al otro en caso de subir al ring para debutar con todos tus reflejos durante el sparring.

Este deporte es altamente adictivo así como la mejor forma de desarrollar la fuerza física y mental en un tiempo inaudito. La gran terapia que mejora sobresalientemente la coordinación motriz, la estética, la capacidad pulmonar y la gran máquina del corazón .

Cada vez se suman más creyentes de todas las edades a esta nueva religión de las vendas y los guantes de 14 oz .

Quien se inicia en el boxeo por primera vez es un hecho que lo convertirá en su modus vivendi. El nivel de satisfacción que produce la superación personal y la disciplina que motiva al boxeador a levantarse por la mañana no se encuentra en ningún otro lado. Los resultados visibles y las emociones encontradas que va desde vendarse las manos hasta el primer jab , suena a una victoria sobre nosotros mismos, le cambia la vida a cualquiera para mejor.

En otro tiempo, boxear , estaba asociado con los incomprendidos y rebeldes sin causa permaneciendo durante décacadas en guetos. Se había convertido en tabú con única presencia en los barrios marginales.

Este deporte se ligaba a ese morbo por la violencia, la cual dejaba grandes sumas en las peleas; pero detrás de esa escena de dos hombres enfrentándose, siempre hay un trasfondo humano lleno de grandes historias de victoria , no sólo aquellas que convirtieron a algunos en leyendas del ring , sino de cada hombre y mujer que lanzaron por primera vez su primera izquierda-derecha mientras se estaban sobreviviendo a sí mismos.

En el momento que se entendió esto, el boxeo se ganó el respeto y el lugar entre los grandes entrenadores de las celebridades y en los gimnasios de lujo : Nos ayuda a librar la guerra contra las enfermedades cardiovasculares y mantiene a nuestros propios demonios al margen hasta desaparecer. Poco a poco los grandes beneficios de boxear se han impuesto a estos prejuicios, siendo cada vez más los centros que incluyen esta disciplina o clases colectivas con coreografías inspiradas en el boxeo.

El boxeo como alternativa deportiva no exige contacto, en algunos centros es una opción. Ahí la sangre es un mito, te equipan con protección para no sufrir el impacto de los golpes. Sin embargo ahí en el ring o también conocido como el cuadrilátero es donde más se suda, por esa misma situación de alerta que produce con solo de mirar al contrincante mientras mantienes la posición de defensa ; la misma adrenalina nos prepara para esquivar o responder durante los rounds , de tres minutos cada uno.

La disciplina de los guantes jura la pérdida de grasa, la tonificación muscular y liberación mental .