Así deberías vestir en la oficina a partir de ahora
Zapatillas y 'jeans' ganan la partida a corbatas y trajes a la hora de ir a trabajar
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Iniciar sesiónLa evolución de la moda es fiel reflejo de las prioridades de la sociedad. El confort no se ha impuesto únicamente de la mano de ropa deportiva, que hace ya mucho tiempo que conquistó el espacio urbano. Ha tardado algo más en ... suceder, pero el código de vestimenta en el entorno de trabajo también se ha relajado de manera progresiva en las últimas dos décadas, y la pandemia que hemos vivido y el teletrabajo, no han hecho más que acelerar este cambio liderado por las tecnológicas que han secundado poco a poco también los sectores tradicionales.
Así lo confirma Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs: «El modelo de trabajo híbrido entre la presencialidad y el teletrabajo no solo ha conseguido que multinacionales y grandes empresas sean más flexibles con los horarios y los días presenciales, sino que la pandemia también ha acelerado un cambio de mentalidad en cuanto al código de vestimenta de trabajadores y directivos», asegura. En la misma línea se expresa Piluka de Echegaray, estilista, asesora de imagen y directora de PdE Image Consulting e Instituto PdE, en cuya opinión: «la comodidad ha vencido a la estética y las exigencias en el vestir, en el mundo laboral, se han perdido bastante, y un ejemplo de ello es el traje, que poco a poco se había ido dejando de utilizar y el teletrabajo prácticamente lo ha desterrado», afirma.
El casual Friday como detonante
Pese a que los expertos en el mercado laboral coinciden en su análisis acerca del impacto de la pandemia en el código de estilo de las empresas, Mónica Pérez puntualiza que el cambio se había iniciado con anterioridad a esta. «A pesar de que la covid también impactó indirectamente en el dress code, es un hecho que el inicio del cambio se remonta a antes de la pandemia, cuando muchas empresas implantaron el casual Friday, la oportunidad de dejar de vestir formal los viernes, manteniendo siempre, eso sí, cierto aire de profesionalidad», indica. «Así pues, la forma de vestir en un puesto de trabajo ya se estaba dirigiendo hacia ese look informal cuidado, y que, por lo tanto, la pandemia ha sido solo, al igual que con el teletrabajo, un dinamizador hacia ese cambio», añade la directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.
Para Piluka de Echegaray, el sector laboral y el cargo que se desempeña en la estructura de la compañía siguen siendo factores que influyen en el código de estilo del entorno laboral. «Pero no al modo de antes, ya que a nivel jerárquico muchas formas visuales se han mezclado. Pero lo que sí es verdad es que hoy, el que está más arriba, más permisos se concede en el vestir, mayor libertad , si bien dependerá mucho del sector al que pertenezca», matiza. Mónica Pérez, por su parte, excluye del análisis a aquellos sectores donde el uso del uniforme no se cuestiona por motivos obvios, y confirma que, «para ir a la oficina, es un hecho que cada vez más las empresas dejan la obligación del traje, corbata, chaqueta y pantalón, apostando por una apariencia más casual: camisa de vestir o polo, y pantalones en el caso de los hombres».
Encontrar el equilibrio, el gran reto
Los cambios acelerados por la pandemia que explican la relajación de los protocolos de estilo en el trabajo tendrán un impacto permanente según Piluka de Echegaray porque «Existe una clara tendencia desde hace ya bastantes años hacia la comodidad y la simplicidad , pero sin perder elegancia ni sofisticación, pues no tiene por qué estar reñido», afirma. Sin embargo, también considera que «No nos quedaremos con un estilo tan relajado como el que tenemos ahora: poco a poco nos iremos volviendo a adaptar, pero no como antes», dice con seguridad.
La dificultad o el reto, según se mire, radica en encontrar el equilibrio en este nuevo contexto que vivimos. Para Mónica Pérez, «es importante encontrar una vestimenta apropiada que aporte comodidad y seguridad, a la vez que se transmita profesionalidad dentro del entorno laboral». Para conseguirlo, asegura la consultora de estilismo, «depende de cuál sea tu profesión y del mensaje que precises emitir a través de tu imagen», si bien recalca que «en Imagen Personal 2+2 no son 4». Eso sí, se atreve a dar un consejo general la especialista: «Piensa que cuanto mayor seriedad quieras mostrar, más formal debes vestir. Y cuanta mayor capacidad de creatividad desees mostrar, más creativa debería ser tu forma de vestir», argumenta.
Esta recomendación es de aplicación válida siempre y cuando se tenga siempre presente a la hora de escoger looks para el trabajo , advierte Mónica Pérez, que «Durante la jornada de trabajo se es parte de la imagen de la empresa, y por ello, es normal y comprensible que las empresas tengan ciertas reglas sobre la imagen que quieren ofrecer», apostilla la directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs
Por este motivo, siguen existiendo líneas rojas que no se deben cruzar al construir looks en clave working. «La ropa de trabajo para trabajar, y la ropa del tiempo libre para el tiempo libre. Y todos sabemos qué tipo de ropa es para cada cosa», remarca Piluka de Echegaray. «Por varias razones; la primera porque es una falta de consideración para nuestros clientes y colaboradores. Y la segunda, y no menos importante, porque el cerebro precisa saber en dónde está y visualmente lo identificará también a través de nuestra forma de vestir», explica.
En todo caso, y aunque existan factores con mayor peso en los procesos de selección y contratación de personal , según Mónica Pérez, la libertad para escoger qué ropa llevar al espacio de trabajo presencial no es una cuestión menor en este contexto laboral pospandémico. «Según el estudio llevado a cabo en Europa, The Work Dress Code Study, el 90% de los millennials son más felices en aquellas empresas en las que pueden elegir qué ropa llevar y las empresas que siguen un dress code más informal son un 75% más atractivas para sus empleados», concluye la directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.
QUÉ PONERSE
1. Refuerza el mensaje que quieras transmitir. «Piensa que cuanto mayor seriedad quieras mostrar, más formal debes vestir. Y cuanta mayor capacidad de creatividad desees mostrar, más creativa debería ser tu forma de vestir. Debe reforzar el mensaje que expresas verbalmente y tu estilo profesional y personal», recomienda la asesora de imagen.
2. Apóyate en las fórmulas clásicas. No es la oficina el lugar más idóneo para el riesgo pero sí para la sobriedad por lo que apostar por combinaciones tradicionales –que no tienen por qué ser aburridas– es un acierto. «Es importante encontrar una vestimenta apropiada que aporte comodidad y seguridad, a la vez que se transmita profesionalidad dentro del entorno laboral», recuerda Mónica Pérez.
3. En perfecto estado de revista. De nada servirá aplicar todos los conocimientos en moda si las prendas y accesorios elegidos no se encuentran en un estado óptimo. Unos zapatos sucios, una camisa sin planchar o un jersey excesivamente desgastado tirará por tierra tu look en solo unos segundos.
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