Manual de estilo básico para hombres que no saben nada de moda

Con este punto de partida es cómo está construida la guía rápida de estilo para quien no sabe de nada de moda que vamos a compartir contigo a continuación. Para otro día dejamos la guia rápida de belleza, que es complementaria a esta. Es más, son inseparables la una de la otra porque en la imagen final confluyen ambas, moda y belleza.

Un armario masculino estiloso se asienta siempre sobre una colección de básicos impecables. Prendas atemporales, que nadan siempre en aguas tranquilas, alejadas de las corrientes que son las tendencias . Camisetas blancas de algodón de calidad, camisas lisas del mismo color, dos pares de jeans de tiro recto (regular fit, por ejemplo), una sudadera gris, un par de jerséis de punto de calidad, una chaqueta vaquera o un par de deportivas blancas son algunas de las prendas y complementos que entran dentro de esta categoría. Puedes pensar que es “ropa aburrida” pero se trata de tu salvavidas de estilo. Sobre estos cimientos puedes crecer y dejar fluir, poco a poco, tu creatividad.

La talla es el segundo aspecto esencial en la moda para quien no entiende de ella. No hay prenda que siente bien, salvo excepciones, si no es de la talla adecuada . No importan las formas, si son holgadas o ajustadas; si se trata de unos pantalones (en este caso entra también en jueo el largo) o una sudadera: tiene que ser de tu talla. Eso que en textos especializados leerás como ‘fit’. Cuando leas conceptos como “moda XXL” no es que se lleven dos tallas más grandes las prendas, sino que da esa impresión. Pero el fit es el adecuado. Y esto se aprecia en la cintura en el caso de los pantalones y en los hombros en las partes de arriba: observa que la costura esté en el lugar exacto.

Hay otra clave de estilo que a menudo se infravalora y que tiene, en nuestra opinión, notable importancia. Sobre todo cuando no se es un experto en la materia. Hablamos de las proporciones. No hay dos cuerpos iguales, y esto implica que por mucho que las tendencias sean unas u otras, hay una serie de necesidades básicas que estas deben cubrir.

Lo difícil es que esas necesidades dependen de las características físicas de cada cuerpo, de manera que es imposible que todas las tendencias se adapten igual de bien . Por eso, es fundamental priorizar nuestras proporciones, nuestras necesidades, por encima de las tendencias. Un buen ejemplo al respecto es el siguiente: ¿Le sientan bien los pantalones ajustados a todos los hombres? Pues este ejemplo aplica para casi todo dentro de la moda. Observa tu cuerpo y sé realista, escúchale.

Un buen consejo para empezar el camino de la manera adecuada es “abrazar” los cortes más versátiles : en los pantalones es el caso del regular fit, por ejemplo. En el caso de los pantalones, ten en cuenta la siguiente regla: pantalones de talle alto estilizan las piernas, las alaban; y pantalones de talle bajo consiguen el efecto opuesto. En función de tu altura y de lo cual sea tu objetivo, te irán mejor unos u otros.

Esencial esta clave de estilo para quien no sabe de moda. Ya podemos tener ganas de salir a la calle de una manera concreta que si no tenemos en cuenta el contexto será muy difícil acertar. No vas al trabajo en bañador, ni el domingo vas al cine en traje, ¿verdad? Al final, es cuestión de aplicar el sentido común, pero seguimos cometiendo errores mayúsculos en este sentido. Un lookazo puede perder todo su sentido si las circunstancias en las que vas a lucir no acompañan . Y esto no implica que el protocolo sea rígido: hay muchísimo margen de maniobra en la inmensa mayoría de contextos para jugar y mostrar nuestra personalidad con la ropa. Obviamente, no puedes ir a una boda formal con traje y deportivas.

La limpieza es otro factor a tener en cuenta. Es más importante tener cuatro prendas y complementos que luzcan impolutos que un armario enorme con ropa deteriorada . Siempre va a causar una mejor imagen un outfit formado por jeans, sudadera y deportivas perfectas que cualquier otra combinación más original, por muy ‘trendy’ que sea, en el que la ropa no se vea cuidada. Así que presta atención a detalles como los puños y cuellos de las camisas, las arrugas, las manchas que parecen no verse y, sobre todo, al brillo del calzado. No es fácil porque requiere una labor de constancia y seguimiento, lo sabemos, pero es el camino más rápido para mejorar el estilo personal.

Tampoco te pongas aquello con lo que no te ves bien. Parece de perogrullo pero a veces lo olvidamos. De la misma manera que no es bueno pecar de pretenciosos y soberbios arriesgando más de la cuenta cuando no toca, tampoco es recomendable ser conservadores por el simple hecho de que es lo que toca. La mayoría de los hombres llevan zapatos con cordones, pero a ti no te gustan, pues no los uses. Al menos no en la mayoría de ocasiones donde funcionan bien otras alternativas. Por ejemplo, unos botines. En definitiva, es importante mostrar siempre tu personalidad a través de la ropa: reconocerte cuando te miras al espejo. Y es fácil conseguirlo porque incluso dentro de los básicos hay alternativas suficientes para ello.

Hoy en día es prácticamente imposible marcar líneas rojas en este sentido, de ahí que hayamos dejado esta clave para el final. No hace tanto tiempo iría en una posición muy superior. Antes, sin ir más lejos, debíamos llevar conjuntados en color hasta el último detalle de un look; hoy en día esto no es así. Pero, aun así, no está de más tener en cuenta el riesgo que supone mezclar estampados diferentes o de distinto tamaño . No está prohibido hacerlo, pero son pasos que piden experiencia y conocimiento en la materia.

Además de las claves citadas, te animamos a mantenerte al día de las tendencias, a documentarte sobre tejidos, prendas y protocolos de estilo, y a curiosear incluso a través de las redes sociales en lo que hacen las firmas de referencia y en lo que llevan los iconos masculinos de estilo del momento.