Todo lo que nunca deberías pedirle a tu barbero si no quieres arruinar tu look

Como consecuencia del auge de esta tendencia ha resurgido uno de los oficios más demandados antaño que ahora vive su época de máximo esplendor, la figura del barbero . Una persona cuya labor va más allá de ejercer como maestro con la cuchilla, pues es capaz de hacer las veces de estilista e incluso psicólogo. Porque si algo tienen estos salones, es una atmósfera en la que parece que se ha parado el tiempo, capaz de atrapar al cliente.

Sin embargo, si lo que buscas es innovar y dar un nuevo aire a tu look , aunque en esta zona el pelo suela crecer bastante rápido, eso no significa que no tengas que reflexionar sobre lo que te vas a hacer, porque en el caso de que metas la pata, disimularlo sin cortar por lo sano es bastante complicado. Tanto desde el punto de vista estético como el que concierne a tu salud capilar y facial , hay una serie de peinados que nunca deberías pedir a tu barbero (te aseguramos que tu reputación y cutis lo agradecerán).

- Decolorarla y teñirla colores extravagantes como el azul o el rosa. Víctor Becerra , barbero en “Barbers Crack” , uno de los centros más punteros de la capital explica que por ley está prohibido el uso de este tipo de coloraciones ya que, al estar tan cerca de una mucosa como la nariz y los ojos, los vapores que genera el amoniaco suben y se puede irritar demasiado la zona. “Si se quiere un resultado más tupido, aconsejo utilizar tintes vegetales que se van a los pocos lavados, perfectos para una reunión o una ocasión especial en las que se busque un estilismo más trabajado”.

- Buscar un rasurado demasiado apurado si tienes la piel sensible. Víctor nos cuenta además que no todas las barbas son iguales y que en muchos casos, especialmente si el cabello es duro o el cutis delicado, se puede sangrar. “En este caso lo ideal sería utilizar vapor ozono para que se reblandezca y el poro pueda afeitarse con mucha más exactitud”.

- Un peinado efecto mojado. La tendencia “wet” es ya un clásico entre el público masculino en los eventos y fiestas, pero en lo que refiere a las barbas es otra historia. “Para cuidar la barba aconsejo dejarla totalmente seca. Si se deja húmeda el folículo piloso empieza a debilitarse y así terminará por caerse . De hecho recomiendo trabajarla con secador en el caso de que sea muy larga y tupida, pero nunca aplicar gominas o geles para lograr el efecto wet, y mucho menos llevarla mojada todo el día”, añade el estilista.

- Elegir un diseño que no se amolde a tus rasgos. Para Becerra, antes de proceder a trabajar con la cuchilla es crucial hacer un estudio de las facciones de la persona para dar con el resultado que mejor resalte tus puntos fuertes. “A veces los clientes me traen la imagen de un modelo o actor con un look que no encaja para nada con su estética, y es realmente complicado en muchos casos hacerles ver que no es la opción más adecuada”. Así que ya sabes, no seas testarudo y escucha sus consejos porque quizás esa foto de Bradley Cooper no sea tu mejor aliada.

- Trenzas o rastas. Por mucho que el look tribal a lo Jason Momoa pueda resultar atractivo, en tu día a día es lo más recomendable, y ya no solo porque no resulte muy favorecedor, sino porque, tal y como añade el barbero “el pelo de esta zona es mucho más débil y difícil de manejar, por lo que cualquier tipo de añadido contribuirá a que se quiebre, eso sin mencionar que se aumentan las posibilidades de que se enganche con la ropa y se quiebre”.

- Lazos, cuentas y accesorios metálicos. Igual que sucede con las trenzas, solo te limitarán a la hora de vestirte y harán que tu pelo se debilite.

- Perilla de chivo y otras combinaciones irreverentes. Puede que se llevase en los ochenta, pero hoy es una tendencia completamente demodé. Tampoco recurras a las larguísimas barbas con acabado en uve si no quieres que te confundan con Gandalf o Dumbledore.

- Ojo con los dibujos y demás extravagancias. El barbero también es experto en cortes de pelo, pero eso no significa que tengas que emocionarte y dar rienda suelta a tu creatividad sin ningún tipo de miramiento. Si no quieres parecer el macarra de turno mejor abstente de los degradados, las rayas marcadas con maquinilla así como todo tipo de adorno en los laterales (véase tribales y demás florituras).

Y recuerda, para que el estilismo que elijas se mantenga perfecto no dejes de acudir a tu centro aproximadamente cada 20 días.