Las vacantes y renuncias de los MIR dejan desiertas 400 plazas de Familia

La resolución, firmada por Celia Gómez, directora de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, señala que a fecha del pasado 21 de junio había otros 22 puestos que tampoco habían sido cubiertos después de que los MIR que iban a ocuparlos renunciaran a hacerlo, 7 de los cuales correspondían también a plazas para facultativos de Familia. A estas cifras se suman las 246 plazas que quedaron vacantes tras la convocatoria extraordinaria del MIR, es decir, aquellas que no fueron elegidas por ninguno de los médicos que pasó el examen. Todas ellas eran para la especialidad de Familia por lo que, tras añadirse los puestos que en el momento de comenzar la formación no han sido ocupados da lugar a un total de 401 plazas de facultativos de Atención Primaria que este año —en el que se ofrecían 2.492— no se han cubierto.

La no incorporación significa que el profesional al que se le ha adjudicado la plaza no acude a su puesto en el momento en el que tiene que empezar a trabajar y por tanto ni siquiera llega a firmar el contrato. En los casos de renuncias, sin embargo, los residentes de primer año sí se incorporan a la plaza que les corresponde pero más tarde la abandonan por determinados motivos, como puede ser que tras probar la especialidad confirmen que no les gusta.

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Por comunidades autónomas, Cataluña es la que más no incorporaciones y renuncias acumula, con 63 y 7, respectivamente. Bien es cierto que era una de las autonomías que más puestos ofertaba (1.364), pero hay otras como Madrid y Andalucía que, pese a tener mayor oferta que la región catalana (1.528 y 1.438, respectivamente) han logrado cubrir más plazas. En la Comunidad de Madrid se han quedado desiertos 25 puestos por no incorporaciones y 5 por renuncias, mientras que en Andalucía no se han incorporado 48 MIR y no ha habido ninguna renuncia.

Y es también en Cataluña donde más plazas de Medicina Familiar y Comunitaria han quedado desiertas, con 36 no incorporaciones y 3 renuncias, seguida de Andalucía, donde 29 MIR de Familia no se incorporaron a sus puestos y la Comunidad Valenciana, con 16 no incorporaciones y una renuncia.

Pero no solo Atención Primaria se ve afectada. Al contrario de lo que ocurrió tras la convocatoria extraordinaria —donde todas las que quedaron vacantes eran plazas de Familia— esta vez las no incorporaciones y renuncias se dan también en otras especialidades, aunque bastante por detrás de las de los médicos de cabecera. Las siguientes con más bajas son Medicina Preventiva y Salud Pública (21 no incorporaciones y una renuncia), Medicina del Trabajo (17 no incorporaciones), Medicina Interna (12 y una, respectivamente) o Geriatría, con 9 MIR que no se presentaron a sus puestos y dos que renunciaron. También han quedado sin cubrir puestos de Microbiología y Parasitología, Psiquiatría y Psiquiatría infantil o Medicina Nuclear, entre otras. Ni rastro, por otra parte, de las que suelen ser las primeras en agotarse en cada convocatoria y más deseadas por los residentes como Dermatología, Cirugía Plástica o Oftalmología.

Las cinco especialidades

con más plazas desiertas

Por no incorporaciones y renuncias

Medicina Familiar

y Comunitaria

7

148

Medicina Preventiva

y Salud Pública

1

21

17

Medicina del Trabajo

No incorporaciones

1

12

Medicina Interna

Renuncias

2

9

Geriatría

0

Fuente: Ministerio de Sanidad / ABC

Las cinco especialidades con más plazas desiertas

Por no incorporaciones y renuncias

Medicina Familiar

y Comunitaria

7

148

Medicina Preventiva

y Salud Pública

1

21

17

Medicina del Trabajo

No incorporaciones

1

12

Medicina Interna

Renuncias

2

9

Geriatría

0

Fuente: Ministerio de Sanidad / ABC

«Son datos congruentes con lo que ocurre en años anteriores. Esas plazas que se cogen y a las que luego se renuncia y quedan vacantes no se pueden volver a repartir, por lo que no entrarían dentro de un eventual nuevo reparto», explica en declaraciones a este periódico el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. El ministerio, asegura el número dos de Mónica García, está valorando opciones de cambios para lograr que el número de puestos sin cubrir disminuya en las próximas convocatorias. «Pero es algo que habría que trabajar con las comunidades autónomas en el marco de la Comisión de Recursos Humanos y en el marco de las nuevas convocatorias», apunta.

Pero los MIR creen que en las no incorporaciones a los puestos de trabajo juega un papel importante el actual sistema de elección de plaza. «Para nosotros es el principal problema», afirma Alejandra García, presidenta de la Asociación MIR España (AME). «Aunque el ministerio ha hecho mejoras respecto a hace 3 años, sigue siendo un sistema de adjudicación, no de elección», lamenta. Esto supone que se hagan listas muy largas y con muchas opciones sin que el futuro residente valore bien si querría trabajar en cualquiera de esas opciones. «No es lo mismo que pongas 127 opciones y de repente te llegue un correo en el que te asignan una a que presencialmente tengas una lista de 127 opciones, vayas tachando las que se van ocupando y en ese momento de elección decidas si la coges o no la coges porque no te va a gustar y te vuelvas a presentar al MIR», expone.

Elegir plaza así, sostiene García, es «complicado», pero eso «no justifica» que se pongan opciones que no se elegirían, pues esas plazas se van a perder si luego el profesional no se incorpora a las mismas. «Si el sistema no fuera de adjudicación, sino de elección, se reducirían las no incorporaciones», augura.

También la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) cree que parte del problema radica en ese sistema de elección. «Una de nuestras reivindicaciones es que se trate de forma monográfica este sistema de elección, porque si tú sacas el número 1 no hay ningún problema, pero si sacas del 4.000 o 5.000 en adelante sí lo hay, porque tienes que poner como 5.000 plazas a las que quieres ir y a veces es muy complicado», expone José Frías, responsable de acción sindical del sector nacional de sanidad del sindicato. Reclama que sea un sistema de elección a tiempo real «como antes de la pandemia», que no implica que tenga que ser presencial, pero sí «que se pueda elegir a tiempo real». «Habría muchísimas menos renuncias», sostiene en la misma línea que la presidenta de AME.

Frías tacha de «barbaridad» la cantidad de plazas de médicos de familia que han quedado sin cubrir. «Algo estamos haciendo mal cuando los MIR no cogen esas plazas», lamenta. Considera además que hay un «nulo estímulo» hacia la especialidad que se da ya desde el momento en el que se estudia la carrera. «Hay muchas facultades que todavía no tienen una cátedra de Atención Primaria», denuncia.

Pero añade también la carga asistencial a la que se enfrentan los profesionales de los centros de salud, en los que cuando rotan los residentes se dan cuenta de la presión bajo la que se trabaja en muchas ocasiones. «Y el paciente que no tiene por qué saber nada más que que está enfermo se enfada con el que le atiende, que es el médico de familia. Y por eso cada vez hay más agresiones, no solo físicas, también verbales», denuncia. La nueva especialidad de Urgencias, aprobada este martes en Consejo de Ministros, tampoco ayudará a mejorar esta situación, dice. «Mucho nos tememos que irá en detrimento de la ya castigada Medicina de Familia. Los dos primeros años de formación serán comunes y estamos temerosos de que eso repercuta todavía más en que la gente se pase a Medicina de Urgencias y deje Familia. Habría que atarlo en corto», reclama.