La OMS anuncia el fin de la situación de emergencia sanitaria internacional por Covid-19

Consultados por el director general de este organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, los expertos determinaron que, tras causar oficialmente la muerte de unos siete millones de personas, ya es tiempo de pasar página y de abrir una nueva etapa de gestión a largo plazo de la pandemia de Covid-19.

La enfermedad que saturó los sistemas sanitarios de casi todos los países del mundo, está bajo control y los daños provocados no son los mismos que los de hace dos años cuando unas 14.500 personas morían diariamente a causa del SARS-CoV-2. Ahora se calcula que mueren entre 500 y 600 personas cada día a nivel mundial.

Noticia Relacionada

Una demanda colectiva da pie al primer juicio por daños por la vacuna del Covid-19

Rosalía Sánchez

Las primeras 185 demandas civiles contra la empresa química alemana BionTech, con sede en Maguncia, serán presentadas a final de este mes

«La Covid-19 está lo suficientemente controlada en este momento para suprimir el nivel máximo de alerta sanitaria en el mundo», declaró Tedros. Tres años después de haber sido declarada emergencia internacional, esta enfermedad que ha socavado la economía y aumentado las desigualdades en el mundo ya no es un peligro para la humanidad.

Tedros comunicó esta esperada noticia este viernes por la tarde señalando que «con mucha esperanza declaro que la Covid-19 ya no constituye una urgencia sanitaria a nivel mundial». Sin embargo, el dirigente de la OMS matizó y explicó que millones de personas siguen infectándose con el SARS-CoV-2 y miles mueren aún cada semana.

«No podemos bajar la guardia », apuntó Tedros, «este virus mata y seguirá matando», sentenció. El alto funcionario no se cansa de pronunciar las mismas palabras que ha repetido, cada vez que se presentaba la oportunidad, durante estos tres años. «Este virus ha venido para quedarse estará entre nosotros pero será menos letal», advirtió.

Las consecuencias de la enfermedad han sido muy graves a todos los niveles. Se estima que la cifra oficiosa de fallecidos ronda los 20 millones de muertos, el triple de los siete millones anunciados oficialmente por la agencia sanitaria de la ONU, porque no hay que olvidar el exceso de mortalidad registrado en el mundo durante el periodo de pandemia.

Pandemia que, por el número de víctimas mortales, puede compararse con las grandes plagas que han azotado a la humanidad a lo largo de su historia como la peste negra o la gripe española, que causó entre 20 y 50 millones de muertos. A parte de que ha sido mucho más que una crisis sanitaria por originar un caos económico que hundió en la pobreza a millones de personas.

Es difícil saber lo que pasará a partir de este anuncio pero si se espera que en la práctica sus consecuencias serán limitadas porque desde principios de este años la mayoría de los países ya habían levantado las restricciones que aún existían y se había disminuido el grado de alerta y de vigilancia respecto a la Covid-19.

Durante estos tres años el mundo ha cambiado y la época de pos-pandemia no ha devuelto al mundo el espíritu de ligereza o de despreocupación que podía existir en muchas sociedades antes de 2019. La soledad, derivada de las restricciones a los movimientos de personas, es ahora un verdadero problema junto con la ansiedad, el aislamiento o la depresión.

La pandemia ha dividido a naciones y socavado la confianza de las poblaciones hacia sus gobiernos e instituciones en medio de grandes corrientes de desinformación. Sin embargo, la OMS ha considerado que ya era hora de suprimir la situación de emergencia internacional si queríamos que esta noción tuviera aún importancia y pudiera ser respetada.

Unos 765 millones de personas han sido infectados por el SARS-CoV-2 durante estos tres años y, advirtió la OMS, todavía podrían reinfectarse. Por este motivo, el organismo recomienda no cesar las campañas de prevención y de vacunación aunque la amenaza del virus ha disminuido un 17%, unos 2,8 millones de nuevas infecciones y 17.000 muertos, el pasado mes de abril.

Sobre todo no hay que cesar de vigilar a este virus, recordó la OMS, porque el verdadero peligro consistiría en pensar que el SARS-CoV-2 ha desaparecido tras este anuncio. El virus va a continuar circulando y provocará olas de contaminación que serán menos graves porque la población tiene ahora un cierto grado de inmunidad frente a esta enfermedad.

Las campañas de vacunación han demostrado ser eficaces y las infecciones superadas también han contribuido a aumentar la inmunidad de grupo. Sin embargo, las personas con más edad, los inmunodeprimidos y los más frágiles continúan siendo presa fácil de este patógeno que todavía está entre nosotros, observó la OMS.

«Los países tienen que mantener la vigilancia porque el virus sigue circulando intensamente en el mundo entero y nuevas variantes podrían aparecer en cualquier parte en cualquier momento. La XBB, y sus subvariantes, están siendo investigadas y actualmente son las que predominan en el mundo», explicó la responsable técnica para la gestión de la pandemia, Maria Van Kerkhove.

El mundo entra en una nueva fase de combate con desafíos menos importantes que la gestión de un estado de emergencia, con menos financiación y motivación para gestionar la prevención. Por este motivo, la OMS presentó el pasado 3 de mayo su plan estratégico mundial para luchar contra la pandemia de Covid-19 en los próximos dos años, bajo el lema «mantener lo logrado a nivel sanitario».