La Conferencia Episcopal borra Torreciudad de su memoria de actividades tras once años definiéndolo como santuario

De esta forma, en el apartado dedicado a los santuarios, el número total desciende de 639 a 638 y desaparecen las referencias explícitas a Torreciudad en el breve listado de estos lugares de peregrinación, que ahora queda reducido a Covadonga, basílica del Pilar, Guadalupe, El Rocío, Montserrat, Caravaca de la Cruz, Loyola…». De igual forma se elimina el destacado al número de peregrinos que Torreciudad tuvo en 2023, «alrededor de 200.000».

Sin embargo, el borrado de Torreciudad no se reduce a este apartado específico dedicado a los santuarios, donde al parecer se situaría el supuesto error, sino que también desaparecen prácticamente todas las fotos de este lugar de peregrinación de la diócesis de Barbastro-Monzón que se habían utilizado como recurso gráfico en otros apartados. Así, en la página 89, en los anexos, la fotografía de la explanada y exteriores del nuevo templo de Torreciudad, construido y financiado por el Opus Dei, ha sido sustituida por un neutra imagen del contraluz de un árbol, golpeado por la luz del Sol en el ocaso.

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Más significativo es el apartado dedicado a los laicos, en las páginas 16 y 17, donde la nueva edición de la Memoria elimina una fotografía del altar y retablo del templo de Torreciudad y la sustituye por una más grande con una niña vestida de comunión. Sin embargo, sí que permanece una de un grupo de fieles saludando, no tan identificable con el lugar, pero que muestra al fondo el embalse de Grado y la vieja ermita de Torreciudad, cuya gestión se encuentra ahora en conflicto entre la prelatura del Opus Dei y la diócesis de Barbastro Monzón. La única foto que la nueva versión de la memoria ha conservado se corresponde con un encuentro de matrimonios organizado.

Después

Antes

Sin embargo, el «error» que hace a la referencia la nota que se ha hecho pública este lunes no es propio de la memoria de actividades de 2023, que se presentó el pasado martes» sino que Torreciudad está incluido como santuario desde la del año 2012 y en todas las sucesivas. Once años en los que nadie parece haber reparado en «el equívoco». Ni siquiera en la del año pasado, en que también se cita a Torreciudad entre los santuarios diocesanos, se planteó ningún problema a pesar de que cuando fue publicada ya estaba abierto el conflicto entre Opus Dei y la diócesis de Barbastro-Monzón sobre el estatus jurídico del lugar.

Sólo ahora, después de que el obispo de barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, rompiera las negociaciones y dejara la resolución del conflicto en manos del Papa -que ha nombrado un comisario pontificio- parece suponer un contratiempo que lleva a la Conferencia Episcopal a rectificarse a sí misma en menos de una semana. También la Santa Sede eludió referirse al lugar como santuario en el nombramiento del comisario y utlizó el término de «complejo».

La discusión sobre si Torreciudad es o no un santuario es puramente técnica, pero se encuentra en el origen del conflicto, puesto que ni obispo ni prelatura se ponen de acuerdo en los estatutos. A nivel popular, y de acuerdo a la definición de la RAE -»templo en que se venera la imagen o reliquia de un santo de especial devoción»- Torreciudad ha sido conocido tradicionalmente como santuario. Incluso, con la información que aporta la propia nota de prensa de la Conferencia Episcopal, tomada del Código de Derecho Canónico, tampoco queda claro que deba o no llamársele santuario.

Por un lado señalan que «conviene aclarar que, conforme al derecho canónico, 'con el nombre de santuario se designa una iglesia u otro lugar sagrado al que, por un motivo peculiar de piedad, acuden en peregrinación numerosos fieles, con aprobación del Ordinario del lugar' (CIC 1.230)». Desde esa perspectiva Torreciudad cumpliría los requisitos de santuario, ya que el ordinario del lugar, en este caso el obispo Ángel Pérez Pueyo, lejos de desaprobar las peregrinaciones, las ha favorecido e incluso ha presidido varias misas con participación de fieles venidos de diversos lugares, en la última ocasión, este septiembre en la celebración de la jornada Mariana de la familia.

Sin embargo, el comunicado añade que «para ostentar esa consideración, 'corresponde al Ordinario del lugar aprobar los estatutos de un santuario diocesano; a la Conferencia Episcopal, los de un santuario nacional; y sólo a la Santa Sede los de un santuario internacional' (CIC 1.232)». Es a partir de ahí que concluyen que «la utilización del término 'santuario' en su acepción tradicional y popular no puede aplicarse a la calificación canónica». Consultados por este diario, fuentes de la Conferencia Episcopal no han podido concretar cuántos de esos 638 santuarios españoles son diocesanos, nacionales o internacionales.