entrevista

El misionero sevillano que estuvo casi medio siglo con los masáis: «Hoy veo más volunturismo, voluntarios turísticos que quieren salvar el mundo en tres meses»

Pepe Aguilar, misionero sevillano de la Congregación del Espíritu Santo, ha estado 45 años en Tanzania y construido allí escuelas y hospitales: «Hoy hay muy poca gente que quiera entregar su vida a los demás y esta falta de compromiso a largo plazo se está notando también en las ONG»

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Pepe Aguilar antes de un acto en el Colegio de Médicos de Sevilla maría guerra

Pepe Aguilar ha estado 45 años en Tanzania con los masáis y los hadzabe, dos de las tribus africanas con las que la Congregación del Espíritu Santo, a la que este misionero sevillano pertenece, mantiene misiones cerca de la frontera con Kenia. «Me siento ... muy andaluz, a pesar de que haber estado tanto tiempo fuera», dice este sacerdote al que una grave enfermedad obligó a retornar a España cuando tenía más de 75 años. «Ahora cuesta mucho encontrar misioneros, incluso no religiosos, que quieran entregar su vida a los demás. Todo es muy rápido, de usar y tirar, y hay mucho volunturismo, es decir, voluntarios turísticos, que se creen que pueden salvar al mundo por ir tres meses a un sitio», dice.

-¿Existe relevo generacional para los misioneros como usted?

-Se han perdido muchas vocaciones y cuesta mucho encontrar personas en Europa para las misiones, incluso no religiosas. Esto lo están notando también las ONG. Encuentran gente a lo mejor para un proyecto de unos meses, o un año como máximo, pero en ese tiempo no da tiempo a hacer grandes cosas. Ahora cuesta mucho más comprometerse con un proyecto a largo plazo que en mi época. Hoy hay muy poca gente que quiera entregar su vida a los demás.

-¿Se han perdido ciertos valores en España y el resto de Europa desde que usted se fue a Tanzania?

-Sí, por desgracia. Echo en falta el compromiso en la gente. Todo es muy rápido ahora, de usar y tirar. Ahora estábamos hablando de que hay mucho volunturismo, es decir, voluntarios turísticos, que se creen que pueden salvar al mundo por ir tres meses a un sitio.

-¿Misioneros de diseño?

-Sí. O turismo misionero. Parece que es lo que funciona ahora y que en cierto modo la gente se justifica. Pero también le digo que para hacer el bien, tampoco hay que irse a Tanzania como hice yo. El bien se puede hacer aquí también. Pero si decides irte lejos, que sea una cosa más seria. No se puede ir avasallando o imponiendo tus ideas. Tienes que meterte en la cultura del país y en el ambiente y las necesidades reales del pueblo. Y a partir de ahí, trabajar. Y para eso se necesita tiempo.

-¿Cómo es el africano espiritualmente?

-Es animista y la religión la llevan en la masa de la sangre. Teníamos a muchos católicos en las misiones de Tanzania. En Europa hay cada vez menos pero en África hay una Iglesia viva y muy comprometida. El individualismo acérrimo europeo aún no ha llegado completamente a África. Hay mucha entrega de los unos a los otros y de trabajar juntos y de sentirse parte de una comunidad.

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