Adelgazar rápido y vivir más: la lucha contra la diabetes tiene la llave de la longevidad

El laboratorio que lo comercializa acaba de lanzar Wegovy, con la misma molécula, pero este sí con indicación para perder peso.Además, «se están realizando ensayos clínicos para probar su eficacia en enfermedad arterial periférica, a nivel de alzhéimer, párkinson, en enfermedad hepática metabólica, en apnea obstructiva del sueño. Aunque el origen es metabólico, tiene un montón de indicaciones nuevas que se están investigando», explica el doctor Cristobal Morales, endocrinólogo e investigador en el Hospital Vithas y en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) y miembro de la Sociedad Española de Diabetes (SED).

La razón es que muchas de estas patologías están relacionadas con la obesidad y la diabetes. Si esto mejora, «todas las demás complicaciones van a mejorar, pero tiene que usarse según indicación porque un gran poder conlleva una gran responsabilidad», aclara el doctor Morales.

Son varias las compañías farmacéuticas que están desarrollando medicamentos para adelgazar basados en fármacos para la diabetes, como el Mounjaro de Lilly, cuyo principio activo es la tirzepatida, que ha conseguido pérdidas de hasta el 22% del peso corporal en pacientes obesos.

Todos estos medicamentos para adelgazar están indicados en personas con un IMC alto. «Hay que huir de su uso frívolo para perder 3 kilos porque, si se utiliza de forma puntual, como es potente, vas a perder grasa y músculo, y cuando lo dejes tendrás efecto rebote. Y con cada rebote estás peor porque vas perdiendo masa muscular y vas ganando grasa», advierte el experto de la SEEDO. Por contra, «si se utiliza según indicación, con un plan nutricional y de ejercicio físico, para conseguir un cambio de estilo vida, hay evidencia de que va muy bien. No son fármacos para adelgazar, son fármacos para acompañar y mantener un peso saludable», aclara.

Existen también otros fármacos (Jardiance y Forxiga) que empezaron con una indicación para diabetes y que después han demostrado evidencia para tratar la insuficiencia renal y cardiaca. Para el doctor Morales, todos estos fármacos son el resultado de un cambio de enfoque en el tratamiento de la diabetes: «Hemos pasado de una visión de la diabetes tipo 2 en la que el tratamiento era bajar el azúcar a otra más holística donde vamos al origen del problema, que en diabetes es metabólico, es una disfunción del tejido adiposo. Si conseguimos perder grasa, acabamos con la diabetes y remiten enfermedades metabólicas, como la obesidad».

La metformina es un fármaco que se lleva utilizando muchos años en diabetes, pero que en los últimos tiempos ha ganado fama por su posible efecto antienvejecimiento. «Hace unos años se vio que los diabéticos que toman metformina vivían más que los que toman otros fármacos, y esto hizo sospechar que podría tener unefecto antienvejecimiento. Experimentos en animales parecen confirmarlo, aunque hay datos contradictorios. Lo que no sabemos aún es qué efecto tiene en personas no diabéticas. Hacen falta más datos para saber si realmente tiene un efecto general antienvejecimiento o su efecto es sólo debido al impacto que tiene en el metabolismo de los diabéticos», explica Salvador Macip, director de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y catedrático de la Universidad de Leicester (Reino Unido), donde dirige un laboratorio de investigación en cáncer y envejecimiento.

Lo que sí tiene evidencia en longevidad, señala el experto, es el ejercicio (moderado y de manera habitual), una dieta equilibrada (basada en el modelo mediterráneo), mantener un peso saludable y evitar tóxicos como el alcohol o el tabaco.

Además de la metformina, hay unos cuantos fármacos en estudio para una posible indicacion antiaging. «En animales de laboratorio, como los ratones, se ha conseguido que vivan hasta un 30% más usando varias estrategias, por ejemplo con los llamados senolíticos, que eliminan las células viejas. No sabemos aún si funcionarán en humanos, y es difícil diseñar estudios clínicos para confirmarlo. En humanos ya se están probando en el contexto de enfermedades relacionadas con la edad, como el cáncer o el alzhéimer», afirma Salvador Macip.