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Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition

Vergüenza ajena

Loles León se esforzó en ser la protagonista indiscutible de «Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition» y lo consiguió

TELECINCO
Bernardo Álvarez-Villar

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Los caminos de la decadencia son inescrutables. Ahí está el caso de Loles León , a quien en la temporada veraniega de «Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition» la vimos en el papel de una Estela Reynolds cansina y chabacana. Con ella se sentaron a la mesa Irma Soriano, Belinda Washington y Lola Benito, quienes a ojos de la modernísima y sofisticada Loles León pasaban por unas carcas y unas beatas sin remedio. La actriz se esforzó la protagonista indiscutible de las cuatro veladas y lo consiguió, lo que tal vez explique el progresivo hundimiento de la audiencia del programa.

De los más de dos millones de espectadores con los que arrancó «Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition» en la velada en la que Irma Soriano hacía de anfitriona, la cifra fue cayendo hasta por debajo del millón y medio . Se trataba de la primera vez en la que todas las comensales eran mujeres, pero gracias a los disparates de Loles León las cenas tuvieron un ambiente tabernario similar al que hubiera prevalecido en un almuerzo de mineros siberianos . La actriz lo mismo disfrutaba poniéndoles los dientes largos a sus compañeras hablando de Hollywood y de su pasado como chica Almodóvar que intentaba escandalizarlas narrándoles sus peripecias en camas redondas y sus tanteos vía Tinder.

Todo ello regado con una prédica de la liberación sexual que sonaba a Woodstock’69: un tanto pasada de rosca a estas alturas. «Tu mente es antigua» , le reprochó la liberada Loles León a Rosa Benito, todavía inmersa en las sombras de la caverna, «está paralizada en una época y tienes que sacarla de ahí. Tú tienes que tener ganas de ligar y ya está». Si todos los que pasamos por la vergüenza ajena de ver a Loles León haciendo de consultora erótica pusiéramos cincuenta céntimos nos alcanzaría para pagar a un buen psicoanalista que pudiese explicar las obsesiones sexuales de la actriz.

Para suceder a las Cuatro Fantásticas Telecinco ha sentado a cenar a cinco comensales: la peluquera de «Sálvame» Raquel Mosquera, Rosa López «de España» , la vieja gloria Francisco González, el insólito Aless Gibaja y Laura Matamoros. De momento no se ha alcanzado el nivel de extravagancia que era de esperar, pero con semejante alineación a la mesa no es arriesgado aventurar que muy pronto volveremos a pasar vergüenza ajena.

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