La rutina de la pobreza

Cuando ocurren estas cosas todo el mundo tiene alguna responsabilidad. Tal vez los vecinos del barrio no han sabido aprovechar las oportunidades y los recursos públicos , tal vez la economía sumergida sea el sustento que no aparece en los datos oficiales, tal vez la inercia de este tipo de barrios sea ya inmutable. Pero lo que está claro es que la clase política ha fracasado en estos arrabales . Los verdaderos dinamizadores sociales de estos territorios son privados. En el caso de las Tres Mil, los principales mecenas del desarrollo son la Fundación Don Bosco y la Fundación Alalá . Una pertenece a la Iglesia. La otra a la empresa sevillana Konecta. Ambas se han dedicado a fomentar la formación para que los jóvenes de las familias desestructuradas puedan recibir una educación profunda y dejen de depender de las ayudas públicas para labrarse un futuro autónomo, en libertad. En cambio, los planes públicos se han limitado a centenares de talleres sin salida laboral , inversiones en infraestructuras rápidamente maltratadas o directamente subsidios. Con estas medidas se ha conseguido la supervivencia, pero no el progreso. Y el resultado es un puñado de barrios anquilosados en el abismo de la pobreza desde el siglo XX hasta hoy.

Cada vez que se publican los datos del informe Urban Audit los políticos nos empachan con declaraciones grandilocuentes sobre las necesidades que tienen estos barrios, como si ellos hubiesen hecho algo que valga. Desgraciadamente, casi todos los que hablan lo hacen desde sus despachos y rara vez han pisado el terreno más que en época electoral . No saben que hay manzanas de bloques ocupadas por bandas que le hacen la vida imposible a los trabajadores de los pisos aledaños y estigmatizan la zona, por eso no diseñan un plan de actuación policial y judicial que acabe con esa lacra. Tampoco saben que hay vecinos en estas barriadas que tienen a sus hijos sin escolarizar , por lo que los están condenando a la pobreza eterna. Los políticos sólo ponen dinero. Dinero de todos. Pero en el Polígono Sur, los Pajaritos y Torreblanca hay que poner el alma, como hizo el Gran Poder, para enfrentarse por derecho a la rutina de la indigencia.

Plaga de pulgas. El ataque de pulgas a los asistentes del festival Interestelar es una de esas noticias que parecen de broma a estas alturas, pero pasó. Y todavía nadie ha salido a explicarlo.

La Raza y Mercasevilla. Los hechos, hechos son. El PSOE le ha quitado la concesión de La Raza a los hosteleros que denunciaron el caso Mercasevilla y se la ha dado a una empresa rescatada por Pedro Sánchez. ¿Queda claro?

La Bienal de Flamenco. Faltan figuras imprescindibles y sobran figurantes y algún tongo del flamenco. La Bienal no resulta muy apetecible para los buenos aficionados, salvo habas contadas.

Alfonso Guerra. El exvicepresidente del Gobierno toma posesión esta mañana como miembro de la Academia de Buenas Letras. Le contestará su viejo amigo Alfonso Lazo.