Suscríbete a
ABC Premium

Manuel Contreras - PUNTADAS SIN HILO

Gregorio, de papa a Tenorio

En un país en el que los políticos se atornillan al asiento cuando los cogene ne un renuncio, la «espantá» del líder palmariano concita cierta ternura

MANUEL CONTRERAS

¡AY, Gregorio, qué poco te duró la vocación cuando entre las cúpulas de tu vaticanito palmariano se adivinaron otras curvas más terrenales!¡Qué pronto flaquearon tus convicciones místicas ante la certeza accesible de la carne mortal! Ha dicho el «papa» del Palmar de Troya ... que abandona, que tira la toalla porque ha perdido la fe, aunque comentan por la pedanía utrerana que no es una cuestión de vocación, sino más bien de seducción. Por lo visto Gregorio XVIII, el sucesor en el mitrado palmariano de Clemente y Manolo, los pillos que levantaron el tinglado eclesiástico, no solo veneraba a san Francisco Franco, san Adolfo Hitler y el resto de los integrantes del santuario local, sino también a una dama de Monachil que sedujo al pontífice, y se supone que no precisamente con argumentos teológicos. Parece que le pudo más el rol de Tenorio que el de Gregorio, de forma que el «papa» palmariano se fue a por tabaco dejando una nota sobre la mesa del salón.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia