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PÁSALO

Las cruces que no rompemos

Nadie ha pedido que la capitalidad hispalense sea un agravio para Andalucía

Félix Machuca

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Con la mano del gobierno central atragantándonos el cuello con su falta de inversiones y los prejuicios de campanario del gobierno autonómico trazando las líneas del Var de los fueras de juego de la capitalidad andaluza, en Sevilla no es fácil vivir. Y mucho menos ... vivir ejerciendo de sevillano, como se ejerce, con todo el derecho del mundo, en una y cada una de las capitales andaluzas: desde Almería sin trenes hasta la Cádiz del tsunami turístico. Madrid ha hecho de esta ciudad un calvario de cruces que son las únicas que no se rompen en la ciudad: las del olvido. Las cruces del olvido que Madrid tiene clavada en el corazón sevillano son tan resistentes que ni el vandalismo de la política las quiebra. La cruz de la SE-40, la conexión entre Santa Justa y el aeropuerto, el damnificado museo de Bellas Artes... Cruces irrompibles. Y por la parte que nos toca como capital de Andalucía, cada vez que se saca del cuarto de las ratas la capitalidad de Sevilla, inmediatamente, gobierne quien gobierne en San Telmo, el rechazo dibuja una mayoría a la búlgara. Seguimos con el dichoso efecto reaccionario y complejista de que lo que es bueno para Sevilla es muy malo para Andalucía. Pero lo que resulta bueno para Córdoba, Huelva o Granada, no se lo lleva la capital y, consecuentemente, se construye una comunidad más justa y equilibrada. Tengo mis serias dudas al respecto...

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