Así se hacen los chistes

En 'El gran libro del humor español', Jaime Rubio Hancock expone las tres grandes teorías sobre las que se sustenta el humor. La primera de ellas, señalada por filósofos como Aristóteles y Hobbes, es la teoría de la superioridad: nos reímos de lo que nos resulta inferior. La segunda es la teoría de la descarga: propuesta por teóricos como Spencer y Freud, sugiere que el chiste es el alivio de una tensión reprimida. La tercera, que la mayoría de los que han estudiado la cuestión subrayan como la más determinante, es la teoría de la incongruencia: nos reímos cuando se rompen normas o expectativas, cuando se precipita el disparate.

La burla de TV3 está claramente apuntalada sobre la primera de las teorías, la de la superioridad. Que pertenece a una estirpe de humor bastante cretina. Una estirpe clasista y colonial: el rico riéndose del pobre. Los andaluces hemos sido siempre, más bien, proclives a las otras dos justificaciones teóricas del chiste: con ellos siempre nos hemos descargado de la penuria y de la miseria, y tenemos un talento natural para la incongruencia.

En esto de la incongruencia, Chiquito de la Calzada fue sin duda el gran maestro. Un maestro, en realidad, involuntario: su verdadera aspiración siempre fue convertirse en un maestro del cante flamenco, pero la providencia lo dotó con la gracia de hacer gracia, que en realidad es otra forma de dar el cante.

El otro día no pude evitar pensar en el gran Chiquito, cuando el presidente del Parlamento Andaluz, Jesús Aguirre, reprendió a la diputada de Adelante Andalucía por arrojar un cubo de arena sobre el escaño de Juanma Moreno. «Un poquito de por favor», dijo Aguirre, sin ninguna intención humorística, aunque con un resultado descacharrante. Pero el círculo se cerró del todo cuando Aguirre dijo a la diputada: «Si quiere llamar la atención, cómprese un mono». Al instante me vino a la cabeza el chiste del mono y el león de Chiquito, obra maestra de la historia del humor español. La diputada de Adelante Andalucía resultó tan antipática como la paródica Virgen del Rocío del programa catalán, al reprochar a Aguirre que estaba faltándole al respeto. Cuando lo verdaderamente procedente hubiera sido darse la vuelta y aplaudir. Quiso montar una performance, pero el mono se comió la arena. Tomen nota, señores de TV3: así se hacen los chistes.