Biden sois vosotros

Biden con una falsa silla en Normandía o en el G7 extraviado junto a Meloni eres tú con tu pin del 'Me Too' y tu fanatismo climático, gritando contra Putin que nunca se atrevió a invadir nada mientras Trump estaba y que va a cesar las hostilidades tan pronto como regrese a la Casa Blanca. Tú dando lecciones de bulos y democracia, de Agenda 2030 y diciendo «extrema derecha» eres Biden no pudiendo ni pronunciar las palabras, que además son inconexas, mientras el mal cabalga a lomos de la muerte llenando de guerra en guerra el vacío que deja el hundimiento decrépito y melifluo del líder del mundo libre. Os merecéis a Biden de director de vuestra oficina bancaria y al cargo de la protección de vuestros hijos. Merecéis a Biden como patrón de vuestra empresa. Que el espectro de Biden os visite, te deseo, cuando estéis solos y tengáis miedo. Él es vuestro espejo. Él es lo que en vuestro odio y en vuestro resentimiento queréis para los americanos y el resto del Occidente libre. Vuestra mezquindad es ilimitada. Dices que te dio lástima debatiendo con Trump pero vosotros sois la gran lástima de la Tierra: los que insultáis a Milei cuando sois los que lo hicisteis imprescindible siendo cómplices de la más siniestra banda de ladrones. Las lloronas por el muro fronterizo con México –que mayormente construyó Obama– sois el Biden desballestado y replicado en millones de racistas de salón y el populismo que una inmigración descontrolada ha provocado; y contra el que también ponéis el grito en el cielo como si no fuera el resultado de vuestra deprimente concepción del orden y de la libertad. Lo que Biden está desmoronado vosotros lo tenéis de cínicos y desalmados.

Cayó la mentira de Biden en el debate. No es cierto que haya estado en condiciones de ser presidente ni mucho menos que pueda volver a serlo. Decenas de miles de cadáveres es el resumen de lo que juntos habéis hecho. Vuestra derrota es nuestra esperanza de vida.