vivimos como suizos
Palabras deformantes
Hoy es difícil distinguir lo serio de lo petardo, la sátira de la realidad
La reina del cross (2/1/2024)
Cazando ratas (1/1/24)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónCon la muerte del bueno de Arévalo han vuelto las cintas de casete de las gasolineras. Al menos a la conversación. Y a los artículos. Claro que ya estaban en el candelabro, que diría Mazagatos, por Camela, que ahora es 'mainstream'. Dice el cuñado ... Dioni (Ángeles es hermana de su mujer) que cuando había actuaciones en el Parque de Atracciones de Madrid los pedían, pero no querían programarlos porque temían que se les llenara el recinto de gitanos. Hoy se les llenaría todo de modernos. Porque lo moderno y lo que gusta al vulgo acaba siendo lo mismo. Hace poco más de veinte años Sánchez Ferlosio escribió: «Dentro de unos 15 años no se percibirán diferencias entre el cine de Pedro Almodóvar y el de Alfredo Landa. Cualquier película de Almodóvar se revelará como la prolongación más natural, más inerte y más esperable que cualquier otra de Landa».
Los Chunguitos estuvieron en 'Tatuaje', el estupendo programa de José Miguel Ullán (la mejor televisión sigue siendo la TVE de mediados de los 80). Nunca se ha visto más pelo en un plató. El que había en las cabezas de Los Chunguitos, que el guapo Ullán tenía el normal, el permitido por la convención de Ginebra de los pelos. Ullán lo mismo llevaba a Octavio Paz que a Los Chunguitos. Lo mismo a María Zambrano que a El Fary (de ahí es el famoso corte del hombre blandengue). Pero tenía claro que no era lo mismo María Zambrano que El Fary. Hoy es difícil distinguir lo serio de lo petardo. La sátira de la realidad. Como cuando Trump llegó a la presidencia y los guionistas de 'Veep' se quejaron porque sus chistes no iban a parecer disparates sino realismo. El cliché de los espejos deformantes de Valle son hoy las palabras deformantes de lo que está pasando. Qué mujer horrible y clasista que dice preferir fregar escaleras a no sé qué. Está usted ofendiendo a muchas mujeres (porque son más mujeres). Menuda atrocidad apalear un muñeco. Nunca habíamos vivido algo así.
Ullán: «Resulta aquí imposible imaginar cuánta irresponsabilidad es necesaria para no terminar escribiendo aquello que te dicen que has escrito».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete