Suscribete a
ABC Premium

el retranqueo

El ministro gregario

Indignado y en Sol, Bolaños debió plantar una quechua para ser más creíble

Pablo Iglesias vuelve (25/04/2023)

No olvidar (18/4/23)

Manuel Marín

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En una cosa sí tiene razón Félix Bolaños. La suya con Isabel Díaz Ayuso es una polémica artificial que debió concluir en el mismo instante en el que lo sentó en primera fila en el acto principal del 2 de Mayo en Madrid. En ... lo que falla el ministro de Presidencia es en la coherencia. En la vida, si uno dice una cosa y hace la contraria, difícilmente puede no pasar por mentiroso, y Bolaños pasa por ser con diferencia el alumno más aventajado de Pedro Sánchez. Tanto, que empieza a superar al maestro. No era suficiente con ver reservado, y era lógico, su asiento. Había que sobreactuar, mantener viva la brasa del conflicto, fingirse una víctima de 'bullying' y, a falta de una navaja ensangrentada, acusar a Díaz Ayuso de «odiadora y crispadora». Sabía que no podría subir a la tribuna de la parada cívico-militar porque nada debía presidir, pero la ocasión era demasiado tentadora como para cesar en este juego maniqueo de pillos, consciente de que cuando se provoca a Ayuso nunca rehúye la tangana. De eso iba.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia