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Editorial

Diplomacia con fines partidistas

Someter la política exterior y la diplomacia del país a los intereses electorales del Gobierno de turno debilita la posición de España y deteriora su credibilidad en el concierto internacional

Editorial

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LA política exterior sometida al cálculo partidista no sólo es un acto de soberbia, sino una trampa para el Estado. En estos días, el presidente del Gobierno parece empeñado en convertir a Donald Trump en su némesis personal, con el propósito de arañar votos y simpatías en la izquierda radical ... y demostrar –en el espejo de lo internacional– una radicalidad que en ocasiones supera la sensibilidad de la sociedad. Ese ejercicio, concebido para tener recorrido electoral, encierra riesgos estratégicos que no pueden ignorarse si España aspira a mantener una proyección fiable en el mundo.

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