La «maldición» los consejeros de Sanidad de la Comunidad de Madrid

Con anterioridad a Maldonado, a finales del mes de enero de este mismo año, pasó a formar parte del Ejecutivo regional el recién destituido Javier Rodríguez, quien sustituyó a su vez a Javier Fernández-Lasquetty. Los tocayos de Maldonado –Javier Fernández-Lasquetty (18 de marzo de 2010-27 de enero de 2014) y Javier Rodríguez (27 de enero de 2014-4 de diciembre de 2014) no han aguantad mas de dos años en el cargo.

A Rodríguez se lo ha llevado por delante su gestión de la crisis del ébola y, sobre todo, sus declaraciones «desafortunadas y chocantes» , en opinión de González y del portavoz del Gobierno, Salvador Victoria , sobre Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que superó el ébola tras contagiarse al atender en el hospital Carlos III a los dos misioneros españoles con el virus que fueron repatriados a España.

Lasquetty dimitió después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) decidiera mantener la suspensión del proceso de privatización de seis hospitales públicos. Como consecuencia de la decisión judicial, Ignacio González anuló la externalización de los hospitales públicos, y su consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, presentó su dimisión.

El médico y cirujano Javier Maldonado se convertirá hoy en la tercera persona que ocupa el cargo desde las elecciones autonómicas de mayo de 2011, y las tres con el nombre de Javier. Maldonado era desde el 13 de febrero de este año, siendo ya consejero Javier Rodríguez, viceconsejero de Asistencia Sanitaria, en sustitución de Patricia Flores. Antes ocupó la Gerencia del hospital Ramón y Cajal y desempeñó el cargo de director médico de La Paz, hospital al que llegó en 2004, incorporándose a la Subdirección Médica de Investigación, Calidad y Docencia, cargo que ocupó hasta 2008, cuando fue nombrado director médico.

Hasta las elecciones del próximo mayo, el nuevo consejero de Sanidad tiene seis meses por delante. De momento, Maldonado a comenzado con bien pie, ya que cuenta con la confianza del líder regional y los sindicatos están de su lado, ya que han «valorado positivamente» su «perfil técnico».