Violan y torturan a una niña de 14 años como venganza por romper un cigarrillo electrónico

Todo fue ideado por la madre de la dueña del cigarrillo electrónico. Paulina K., de 39 años, junto a cuatro adolescentes, secuestró a la víctima a plena luz del día, durante la tarde del pasado 22 de julio. Obligaron a subir a la adolescente a un BMW y se la llevaron a un lugar apartado para proceder al castigo.

De camino, pararon a comprar una afeitadora que utilizaron para raparle la cabeza y rasurarle las cejas. La quemaron con cigarrillos apagándoselos en la piel. La desnudaron. Un varón de 17 años, Alan O., la violó mientras Paulina K. grababa con su móvil. Según la Policía, ambos actuaron conjuntamente en la comisión del delito.

Ambos se enfrentan a penas de prisión de hasta 15 años de prisión. El resto de los participantes, dos chicas de 13 y 14 años y un chico también de 14, serán llevados ante un tribunal de menores, que no impone sanciones sino medidas reeducativas.

Solo la rápida actuación de la Policía propició el fin de la hora y media de infierno que sufrió la víctima. Fue su madre la que dio el aviso tras ser presenciar el secuestro.

En el curso de las investigaciones se descubrió que el motivo por el que se perpetraron los delitos fue el de vengarse de la víctima por negarse a reparar el cigarrillo electrónico, propiedad de una de las adolescentes acusadas, hija de la Paulina K. El precio del arreglo es de una cantidad irrisoria: no supera los 20 zlotys, unos 4,24 euros al cambio actual. También se han descubierto insultos en redes sociales de la víctima hacia la adolescente.

La crueldad del crimen ha conmocionado a toda la población de Poznan, una ciudad de medio millón de habitantes, donde ocurrieron los hechos. El Fiscal del caso ha declarado que «no recuerda un trato tan deshumanizado» en sus veinte años de carrera profesional.

El presunto violador, Alan O., declaró que se arrepiente de lo sucedido y ha manifestado su intención de pedir perdón a la víctima. Por su parte, la única adulta que participó, Pauline K., minimizó su papel en todos los hechos. Sin embargo, la Policía señaló que fue quien instigó el secuestro, la violación y las torturas.

Además de ser la madre de una de las adolescentes que participaron en los hechos, tiene otros dos hijos de 7 y 16 años. Los dos más pequeños han sido llevados a centros de menores, mientras que el mayor se encuentra con otros familiares. La intención de la Fiscalía es retirarle la custodia, no solo por el previsible tiempo que pasará en prisión, sino porque la ideación y comisión de los delitos de los que se le acusa la incapacitan para ejercer la patria potestad.