Unos okupas propalestinos ponen en jaque la convivencia en la Universidade de Santiago

La apropiación de varias aulas del centro por parte de los acampados ha obligado a desplazar a otras facultades un total de 48 exámenes, de otras tantas asignaturas, según fuentes de la USC. Se incluyen en este recuento los exámenes celebrados estas dos últimas semanas, pero también de la próxima. Las aulas de la facultad de Filosofía, ubicada junto a la de Geografía e Historia, han acogido la celebración de esos 30 exámenes. La de Medicina, un total de 17. A mayores, la prueba final de curso de otra materia tuvo que hacerse de forma simultánea en aulas de estas dos facultades alternativas.

Lo que comenzó como una protesta legítima, ante la que el decanato de la facultad de Geografía e Historia intentó conjugar su derecho a la manifestación con el normal funcionamiento de la vida académica, ha ido degradándose con el paso de los días. Se había convenido que se celebraría una reunión diaria entre algún responsable del centro y portavoces de los concentrados. «Pero hace ocho días dejamos de tener contacto con los acampados. Dejaron de presentarse a estas reuniones», explicaba el viernes a ABC el decano de la facultad.

Los acampados son más de un centenar. Pero solo algunos son alumnos de esa facultad -en la que se imparten los grados de Historia, Geografía y Arte-, y mucho de los concentrados ni siquiera son estudiantes. Colonizaron los pasillos de la primera y segunda planta del edificio con tiendas de campaña, sacos de dormir, esterillas y enseres personales. Esta irrupción, además, obligó a los responsables del centro a redoblar esfuerzos y turnos de los servicios de limpieza. Y también de los vigilantes de seguridad.

Pero el boicot de los concentrados -que no encerrados, porque la mayoría durante el día están fuera y van allí solo a dormir- no se reduce a las cuatro paredes de la facultad de Historia. El viernes dieron otro paso: boicotearon una sesión ordinaria del consejo de gobierno de la USC, que el rector se vio obligado a suspender «ante la imposibilidad de realizarla con garantías democráticas y de seguridad», explicaron fuentes de esta universidad.

Iba a celebrarse en el Centro de Estudios Avanzados. Pero un grupo de 35 personas, que se identificaron como miembros de la 'asamblea internacionalista del estudiantado y de la clase trabajadora', impidieron que los miembros de este órgano accedieran al edificio. El equipo de gobierno de la USC insiste en que no pone en duda el derecho a la libre y pacífica manifestación, pero «ante la situación vivida», el rector convocará a «diferentes instancias» para explicarles la situación y buscar el «máximo consenso sobre las decisiones a tomar», explicó la USC en un comunicado. También convocará a representantes de los alumnos.