Ucrania teme la magnitud de los efectos de la ruptura de la presa Kajovka: 40.000 afectados, 25.000 evacuados, desaparecidos...
Los vecinos se han visto afectados por la inundación del río Dniéper: «Había disparos y ahora hay inundación»
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AGENCIAS
Los ucranianos temen por los efectos que ha causado la ruptura de la represa de Kajovka,que ha provocado numerosas inundaciones en las localidades a lo largo del río Dniéper. Se prevé la evacuación de 40.000 personas, 25.000 de ellas deberían abandonar los ... alrededores del río ocupado por Rusia, y además, según las autoridades hay al menos siete personas desaparecidas.
Los ciudadanos de Jersón, la mayor ciudad de la zona, se han dirigido a zonas altas ante la crecida del río Dniéper. «Había disparos y ahora hay inundación», se queja Luidmila, vecina de la localidad, después de cargar una lavadora a una carreta atada a un viejo auto soviético.
«El desbordamiento está justo ahí, frente a nuestros ojos. Nadie sabe lo que puede pasar de ahora en adelante», dice Viktor, un residente, a la AFP.
Asimismo, el fiscal general ucraniano, Andriy Kostin, ha indicado en un tuit que «más de 40.000 personas podrían estar en zonas inundadas», agregando que 25.000 de ellas deberían ser evacuadas del margen del río ocupado por Rusia.
Por otra parte, Estados Unidos ha advertido que podría haber numerosos muertos y ha confirmado que no puede decir de manera concluyente que fue lo que sucedió en la represa que suministra agua de enfriamiento a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. A pesar, de que el gobierno estadounidense ha mencionado tener pruebas que refuerzan las acusaciones a Rusia por la destrucción de la presa central hidroeléctrica de Kajovka.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha calificado el ataque como «otra consecuencia devastadora» de la invasión «rusa a Ucrania». Asimismo, el Consejero de Seguridad de la ONU, Martin Griffiths, que es el responsable para los asuntos humanitarios de la organización, ha señalado este martes que la magnitud de la catástrofe «no podrá ser plenamente evaluada hasta los próximos días», pero que sus consecuencias serán «graves».
También ha indicado la imposibilidad de aportar ayuda a millones de personas afectadas, «el golpe a la producción agrícola » y los «riesgos de contaminación por minas y artefactos explosivos» que pueden ser arrastrados por el agua.
Según Ucrania, el ataque a la represa, tomada por Rusia en los albores de la guerra en febrero del año pasado, fue un intento de Moscú de frenar la esperada ofensiva de Kiev, cuyo gobierno aseguró que no se verá afectada, y de la cual a hoy, Moscú y la capital ucraniana se acusan mutuamente de la catástrofe ocasionada.
Por lo que, Rusia acusa a Ucrania de «sabotaje deliberado» y pide que se «condene las acciones criminales de las autoridades ucranianas, que son cada vez más inhumanas y representan una grave amenaza para la seguridad regional y global».
Sin embargo, en Octubre del año pasado, Zelenski ya había acusado a gobierno ruso de colocar minas en la presa, advirtiendo que su destrucción generaría una nueva ola de refugiados en Europa.
La devastación parcial de la represa hace temer consecuencias para la central nuclear de Zaporiyia, ubicada a 150 km río arriba, porque garantiza su enfriamiento. Aunque según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) «no hay peligro nuclear inmediato», y ha comunicado que se está monitoreando la situación.
La represa de Kajovka, construida en la década de 1950, en plena época soviética, tiene un valor estratégico ya que suministra agua al Canal de Crimea del Norte, que nace en el sur de Ucrania y atraviesa toda la península de Crimea, bajo control ruso desde 2014.
Siete desaparecidos tras la inundaciones
Las autoridades ucranianas ha confirmado que al menos siete personas han desaparecido tras las inundaciones y han mencionado que siguen investigado y trabajando para que no hayan más víctimas por la destrucción de la presa.
«Ahora estamos buscando información sobre los desaparecidos pero preliminarmente estas personas también fueron evacuadas de las zonas inundables que dejaron de existir. Había pastores allí. Unas siete personas que sabemos con certeza», ha asegurado el alcalde prorruso de la localidad, Vladimir Leontiev, según recoge la agencia rusa Interfax.
Según el alcalde, los equipos de rescate están «rondando» estos territorios y, aunque el nivel del agua sigue siendo «muy significativo», en la ciudad el agua ha empezado a descender.
Unas 900 personas han sido evacuadas de estos territorios y 17 han sido rescatadas de tejados, pues el agua ha llegado a alcanzar 12 metros de altura. Las autoridades han pronosticado que el nivel de río comience a bajar dentro de tres días.
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