El agua como arma de guerra: Stalin ya voló en 1941 la presa de Zaporiyia

Un siglo después, en 1642, en una batalla entre los manchúes entrantes y las fuerzas de la dinastía Ming, ambos bandos rompen los diques del río Amarillo (China), creando una catástrofe para Kaifeng en la que mueren 300.000 de sus 378.000 ciudadanos.

En ese mismo siglo, en 1672, Luis XIV inicia la tercera de las guerras holandesas, en la que los franceses invaden los Países Bajos. Para defenderse, los holandeses abren sus diques e inundan el país, creando una barrera de agua que es prácticamente impenetrable.

Ya en el siglo XX, en 1938, China inundó el río Amarillo para defenderse de Japón. Chiang Kai-shek ordena la destrucción de los diques de control de inundaciones de la sección Huayuankou, Henan del río Huang He (Amarillo), para inundar las áreas amenazadas por el ejército japonés. Al oeste de Kaifeng, los diques son destruidos con dinamita, derramando agua sobre la llanura. A pesar de que la inundación destruye parte del ejército invasor y empantana su equipo en el lodo, Wuhan, la sede del gobierno nacionalista, es tomada por los japoneses en octubre. Las inundaciones cubren un área estimada diversamente entre 3.000 y 50.000 kilómetros cuadrados, y matan a chinos en números estimados entre «decenas de miles» y «un millón».

Durante la II Guerra Mundial, las presas hidroeléctricas se convirtieron en objetivos estratégicos, siendo bombardeadas de manera habitual. En noviembre de 1941, las tropas soviéticas inundan el área al sur del embalse de Istra, cerca de Moscú, en un esfuerzo por frenar el avance alemán. Solo unas semanas después, las tropas alemanas usan la misma táctica para crear una barrera de agua para detener los avances del 16º ejército soviético.

Quizá la voladura más llamativa, sea otra que tuvo lugar ese mismo año, en la que Stalin utilizó esta práctica en Ucrania. En 18 agosto de ese año, el dictador soviético ordenó a agentes del NKVD, precursor del KGB, la voladura de la presa de Dneprostroi cuando el Ejército alemán amenazaba la ciudad ucraniana de Zaporiyia y el ejército Rojo estaba en retirada. La inundación provocada por la voladura de aquella presa causó la muerte de entre 20.000 y 100.000 personas. La instalación es bombardeada nuevamente en 1943 por las tropas alemanas en retirada.

Otro ejemplo del uso del agua como arma de guerra se da en 1944, cuando los alemanes utilizan las aguas de los ríos italianos contra los aliados. Las fuerzas alemanas utilizan las aguas de la presa Isoletta (río Liri, Italia) en enero y febrero para destruir con éxito a las fuerzas de asalto británicas que cruzan el río Garigliano (aguas abajo del río Liri). Luego, el ejército alemán represa el río Rápido, inundando un valle ocupado por el ejército estadounidense.

La voladura de la presa de Kajovka no le ha pillado por sorpesa al presidente Zelenski que ya manifestó su temores el pasado mes de octubre ante un posible atentado.

«Un ataque terrorista de este tipo significaría exactamente lo mismo que el uso de armas de destrucción masiva», dijo entonces Zelenski, quien no descartaba que Putin pudiera dar la orden de detonar los explosivos. Tampoco descartaba entonces la Inteligencia ucraniana que Moscú provocara un atentando de 'falsa bandera' en la presa de Kajovka para acusar a Kiev. «Si Rusia está considerando seriamente ese escenario significa que los terroristas son claramente conscientes de que no podrán quedarse con Jersón ni con el sur del país, incluida Crimea», señaló el presidente ucraniano.