Trump será acusado de 37 cargos por el caso de los documentos clasificados

La mayoría de los cargos, 31, tienen que ver con retención deliberada de información de Defensa, dentro de las provisiones de la Ley de Espionaje. El resto de crímenes de los que se le acusa están relacionados con conspiración para la obstrucción de la acción de la Justicia y falso testimonio.

La fiscalía tomó la decisión poco habitual de revelar el escrito de imputación, que debería permanecer sellado hasta la presentación de Trump ante el juez del martes, ante las circunstancias particulares del caso: se trata de la primera vez que un expresidente de EE.UU. es imputado por cargos federales -Trump ya recibió en abril cargos por un caso de pago para silenciar una relación extramatrimonial antes de las elecciones de 2016, pero eran estatales- y Trump es, además, la principal figura del partido republicano y su gran favorito para llevarse la nominación a la presidencia en las elecciones del año que viene.

La intención del fiscal especial del caso, Jack Smith, era dar acceso al público a unas acusaciones de gran impacto político -los aliados del multimillonario neoyorquino hablaron de «utilización política» de la justicia y de «interferencia electoral» sin conocer las acusaciones- después de que en la víspera el propio Trump anunciara en sus redes sociales que había sido imputado.

El escrito de imputación tiene medio centenar de páginas, y repasa una trama que arrancó cuando Trump decidió enviar una cantidad ingente de cajas con material clasificado a Mar-a-Lago tras dejar la Casa Blanca. La legislación establece que todos los documentos y materiales relacionados con el ejercicio de la presidencia tienen que quedar almacenados y custodiados por los Archivos Nacionales. La fiscalía detalla que Mar-a-Lago no es una localización autorizada para mantener documentos clasificados.

Los materiales incluían, entre otros muchos documentos, secretos de Defensa relacionados con «programas nucleares de EE.UU., posibles vulnerabilidades de EE.UU. y de sus aliados ante un ataque militar y planes para una posible represalia en respuesta a un ataque extranjero». El escrito acusa a Trump no solo de retener esos documentos, sino también de esforzarse por «obstruir» la labor del FBI y del gran jurado y «ocultar» la presencia de esos materiales clasificados.

Los fiscales defienden que el multimillonario neoyorquino sugirió a sus abogados que mintiera a las autoridades sobre la presencia de documentos, además de pedirles que los escondieran o destruyeran; que entregó solo parte de los documentos, mientras decía que «cooperaba al completo»; que emitió una certificación que aseguraba que se entregaban todos los documentas, a sabiendas que no era así; que ordenó a un asistente que trasladara cajas con documentos para ocultarlos a las autoridades.

Este asistente es Waltine Nauta, que también aparece como imputado por conspiración para obstrucción a la justicia. Trabajó para Trump en la Casa Blanca y quedó a sus órdenes una vez fuera de la presidencia. Según los fiscales, Nauta movió, bajo su dirección, decenas de cajas de diferentes puntos de Mar-a-Lago a espaldas de las autoridades e incluso de los abogados de Trump.

El escrito está lleno de detalles que retratan una gestión atolondrada de secretos de la primera potencia mundial y una voluntad de Trump de hacer con ellos lo que quisiera. Algunas cajas fueron acomodadas en una bañera de una de las estancias de Mar-a-Lago, una mansión que organiza multitud de eventos cada temporada y por la que pasan decenas de miles de personas cada año. En una ocasión, Nauta se encontró los contenidos de una de las cajas tirados por los suelos. En otra, Trump ordenó a uno de sus abogados que se llevara documentos a su habitación del hotel y «si había algo realmente malo en ellos» que los hiciera trizas.

Trump reaccionó con su furia habitual a la presentación del escrito. Despidió a los dos abogados que le han representado hasta ahora en el caso. Calificó al FBI y al Departamento de Justicia de «corruptos» y a la investigación como la «mayor caza de brujas de la historia». Dijo que Nauta es un «patriota» al que tratan de «destrozar la vida». Y caracterizó a Smith, el fiscal especial, como «lunático demente».