Un trampolín para Trump: ganadores y perdedores de la Convención Nacional Republicana
El presidente ofrecerá este sábado su primer mitin conjunto con J.D. Vance, su candidato a vicepresidente
J.D. Vance dobla la apuesta de Trump por el 'América primero': «Seré un vicepresidente que no olvidará de dónde vino»
El 'best seller' que catapultó a JD Vance, el elegido de Trump
Enviado especial a Grand Rapids (Míchigan)
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Iniciar sesiónDonald Trump ya ha vuelto a la campaña, con un mitin este sábado en Grand Rapids, la principal ciudad del oeste de Michigan, uno de los estados que decidirán el próximo residente de la Casa Blanca. Es su primer mitin tras el intento de asesinato que sufrió justo una semana antes ... en otro mitin, esta vez en Pensilvania, también estado clave. Y el primero con J.D. Vance, senador por Ohio y recién elegido por Trump como su candidato a la vicepresidencia de EE.UU.
El mitin busca continuar la euforia mostrada durante esta semana por el Partido Republicano en su convención en Milwaukee, la principal ciudad de Wisconsin, el tercer estado decisivo de esta región, el Medio Oeste.
El cónclave ha mostrado a un líder unificado alrededor de su líder, en un contraste perfecto con la crisis que vive la campaña de su rival, Joe Biden, sumida en la crisis desde su mal desempeño en el debate del pasado junio, y en medio de una cascada de peticiones de líderes de su partido para que abandone la candidatura. Estos son los ganadores y perdedores de la gran cita electoral de los republicanos.
Las dos almas de Trump en la Convención: el político populista se muestra emotivo y humanizado
Javier Ansorena | Enviado especial a Milwaukee (Wisconsin)Ganadores
Donald Trump
El multimillonario neoyorquino llegaba a la convención impulsado por tres factores: su dominio casi absoluto en las primarias celebradas durante la primera mitad del año, el desastre de Biden en el primer debate entre candidatos y el atentado del pasado sábado, que ha reforzado su figura como un objeto de culto para los republicanos.
En la convención, su figura ha salida reforzada. Sin ninguna oposición, aclamado cada día, recibido como un héroe y despedido de forma triunfal. Mientras los demócratas se han fracturado con Biden, los republicanos se han unido con Trump.
La campaña de Trump y el aparato republicano
La convención han sido cuatro jornadas orquestadas a la perfección para mostrar a un partido unido, sin fisuras alrededor de Trump y con un brazo tendido al electorado que necesita ahora el multimillonario neoyorquino: los republicanos moderados y los votantes independientes. La campaña consiguió moderar el tono agresivo del 'trumpismo', arrinconar las propuestas más extremistas y centrarse en lo que une a los republicanos, con mucho énfasis en la economía, en la inmigración ilegal, en las crisis internacionales y en la insistencia de que con Trump las cosas iban mejor a los estadounidenses. Al mismo tiempo, los organizadores consiguieron una convención muy bien ejecutada, sin problemas de organización, que ha transmitido una sensación de eficiencia y confiabilidad.
J.D. Vance y la Nueva Derecha
En un momento en el que la edad de los líderes está en boca de todos -Biden cumplirá 82 años poco después de las elecciones, Trump tiene 78- el Partido Republicano ha mostrado una nueva generación de líderes con capacidad de llevar el 'trumpismo' y el movimiento MAGA ('Make America Great Again', 'Hacer EE.UU. grande de nuevo') hacia el futuro.
El principal, J.D. Vance, señalado por Trump como delfín con su elección de candidato a la vicepresidencia. Vance, de solo 39 años, dio un discurso efectivo, bien armado y mostró una imagen a la vez afable y vigorosa. En su discurso, dejó al margen sus ideas más extremistas, las que han llevado a Trump en confiar en él, para tender la mano a votantes fuera del partido.
Otros líderes jóvenes, dentro de una línea que ya se ha bautizado como la Nueva Derecha, también destacaron. Entre ellos, Vivek Ramaswamy, el emprendedor que fue candidato en primarias y que dio un gran discurso. O dos de los hijos varones de Trump, Donald Jr. y Eric, que han ganado peso en las decisiones de su padre.
La conexión del partido con la clase obrera
Sean O'Brian se convirtió en el primer líder de la Hermandad Internacional de Camioneros, el poderoso sindicato del sector de transportes, que interviene en una convención del Partido Republicano. Su presencia deja claro el nexo creciente entre el partido bajo el liderazgo de Trump con la clase obrera, que ha sido el feudo tradicional del Partido Demócrata. Trump apareció en política en 2016 con un mensaje de 'América primero', con mucho énfasis en la economía y en el deterioro de las condiciones socioeconómicas en el EE.UU. industrial y rural, y fue una de las claves de su victoria. En esta convención ha doblado la apuesta por esa América profunda olvidada, una de las claves de su apuesta por J.D. Vance, que se crió en ese contexto y espera que le ayude a conectar todavía más con esos votantes.
Melania Trump
Después de mucha especulación, Melania Trump, la esposa del candidato republicano, hizo una aparición de última hora en la convención para escuchar el discurso de cierre de su marido. La presencia de los cónyuges en los grandes actos de campaña es algo central en la política estadounidense y en los dos últimos años Melania había estado apartada de la luz pública. Su ausencia coincidía con la celebración de juicios contra Trump, varios de ellos desencadenados por escándalos sexuales.
Melania apareció, pero lo hizo en sus propios términos. Se presentó en un vestido rojo espléndido, recibió una gran ovación, se negó a dar un discurso -como sí hizo en las dos anteriores convenciones- y saludó con cierta incomodidad a Trump en el escenario. El hijo de ambos, Barron, cuya gestación coincidió con el supuesto romance entre Trump y la actriz porno Stormy Daniels, no estuvo en Milwaukee.
Sin ninguna oposición, aclamado cada día, recibido como un héroe y despedido de forma triunfal, Trump ha salido reforzado, aunque también se han desvelado sus posibles debilidades
Perdedores
Donald Trump
La convención ha sido sin duda un impulso para la campaña de Trump, pero también ha mostrado los problemas que puede tener de aquí en adelante. La disciplina del partido por mantener el mensaje de la unidad y un torno de tender puentes a otros electorados no la mantuvo el candidato en su discurso. Tras un buen comienzo -llamamientos a la unidad, el relato emotivo de su atentando-, se saltó el guión y perdió en digresiones eternas, ataques y su mensaje duro de siempre. Trump y los republicanos han obtenido derrotas electorales sin parar desde 2016 y habrá que ver si el candidato hace algo más que ganar que aprovecharse de la debilidad de su actual rival.
Joe Biden y Kamala Harris
Las campañas electorales son vasos comunicantes. Cuanto mejor le va a la de Trump, peor es para la de Biden, y al revés. Y esta semana se ha juntado una gran convención republicana y una gran tormenta demócrata, con deserciones y cuestionamiento generalizado de la capacidad de Biden de ganar otra vez. Trump acaba la semana muy reforzado y Biden con buena parte del partido pidiéndole que se vaya cuanto antes. Y mientras la candidatura de Biden se desmorona y aparece Trump como amenaza cada vez más cierta, casi nadie en el Partido Demócrata muestra entusiasmo por la vicepresidenta Kamala Harris, el recambio natural de Biden.
La agenda ultraconservadora
El énfasis en la unificación del partido y en convencer a votantes más allá de las bases 'trumpistas' ha supuesto que el Partido Republicano ha metido debajo de la alfombra sus propuestas más extremistas. En la convención apenas se ha hablado de la prohibición del aborto, no han tenido gran protagonismo los ataques a la agenda LGBTQ o a la teoría crítica racial y no se ha dado espacio preeminente a participantes en el asalto al Capitolio. Al mismo tiempo, Trump ha mostrado distancia del Proyecto 2025, una plataforma que busca un giro ultraconservador estructural en EE.UU. a partir de una victoria republicana en las urnas este noviembre.
Kimberly Guilfoyle
En una semana de grandes discursos, una de las notas discordantes fue el de Kimberly Guilfoyle, la segunda mujer de Donald Trump Jr., el primogénito del candidato republicano. Guilfoyle -que tiene la particularidad de ser la exmujer de Gavin Newsom, gobernador de California y en las quinielas para candidato ante un posible abandono de Biden- tuvo una intervención brusca, a los gritos e irrelevante. De los muchos miembros del clan Trump que tuvieron la oportunidad de hablar, fue quien tuvo un peor desempeño.
Nikki Haley y Ron DeSantis
Los dos grandes rivales de Trump en las primarias republicanas dieron discursos en la convención, dentro de la campaña del partido para mostrar unidad. La presencia de Nikki Haley y Ron DeSantis en el cónclave y su apoyo a Trump -después de que el candidato les haya atizado durante meses con ataques y motes- les reserva un futuro en el partido. El problema para ellos es que el futuro del partido apunta más a otras figuras, como J.D. Vance, que están dentro del 'trumpismo'.
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