Rusia despliega buques con armas nucleares en el mar Báltico por primera vez en treinta años

El informe anual sobre seguridad refleja el retroceso de la situación de seguridad a niveles propios de la Guerra Fría, cuando, recuerda el texto, los buques de guerra se hacían a la mar con armas nucleares. Ahora, una parte clave de las capacidades nucleares rusas se encuentra en los submarinos y buques de superficie de la Flota del Norte. Las armas nucleares tácticas representan una «grave amenaza», pero las capacidades submarinas, las armas antisatélite y las capacidades cibernéticas de Rusia «también representan una amenaza para Noruega y la OTAN». Las fuerzas navales y aéreas están «esencialmente intactas» y Rusia reconstruirá sus capacidades militares dentro de cinco a diez años. En caso de conflicto, solo es posible un período de advertencia muy corto debido a los misiles supersónicos e hipersónicos, recoge también el informe.

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La Inteligencia noruega considera la posibilidad de que Rusia pueda volverse aún más autoritaria, por lo que el papel geopolítico de Noruega se ha vuelto más importante. Europa depende del suministro de energía noruego en el futuro previsible y, según el estudio, los actos de sabotaje contra la infraestructura energética serían más probables si el conflicto continuara escalando. Serían tanto más probables, insiste, cuanto peor le vayan las cosas a Rusia en Ucrania. La perspectiva de la membresía de Suecia y Finlandia en la OTAN ha creado un problema de seguridad para Moscú, según informan sus agentes en Rusia. E

El norte de Europa tiene una importancia crucial para Putin en un posible conflicto con la OTAN, ya que la región está cerca de las áreas centrales rusas. La expansión de la OTAN significa que la frontera terrestre de Rusia con la Alianza Atlántica se duplicará con creces, de los 1.200 actuales a unos 2.600 kilómetros. Esta perspectiva también tiene un impacto en el estacionamiento de tropas rusas en la península de Kola. Según estimaciones de las autoridades noruegas, debido a la guerra en Ucrania, solo una pequeña fracción de las tropas rusas se encuentra actualmente estacionada allí.

Otro factor a tener en cuenta es la situación política interna de Rusia. La élite dirigente se enfrenta a un cambio generacional inevitable, lo que podría conducir a luchas de poder. En relación con una crisis demográfica y una recesión económica, esto podría conducir a una fragmentación del aparato estatal y a la regionalización. En casos extremos incluso al colapso del régimen y una guerra civil. La combinación de las fuerzas existentes permite prever que Rusia se volverá aún más autoritaria y militarizada en un futuro próximo. El diagnóstico de 'Focus' es que hoy apenas hay signos de democratización en el país. Sin embargo, una Rusia inestable también significa que los procesos de toma de decisiones en relación con Noruega y la región en su conjunto se vuelven menos predecibles.

El informe también advierte que el Ártico podría convertirse cada vez más en un escenario de rivalidad entre las grandes potencias, ya que la guerra en Ucrania empuja a Rusia a hacer valer aún más sus intereses, que considera amenazados. Por eso señala que la inversión china en negocios y propiedades en el Alto Norte puede formar parte del esfuerzo de espionaje y posicionamiento de la nación comunista. China «intentará comprar o establecer negocios en propiedades estratégicamente ubicadas», advierte, «y si bien no serán necesariamente ilegales, pueden buscar los mismo objetivos que las actividades ilegales», además de «facilitar operaciones de inteligencia y crear una dependencia económica vulnerable a la explotación».