Pável Filátiev, escritor y exmilitar ruso
«El conflicto de Ucrania puede durar años y provocar una guerra civil en Rusia»
Pável Filátiev ha pedido asilo político a Francia tras desertar del Ejército ruso. Describe en un libro la toma de conciencia de una tragedia que afecta a toda Europa
Corresponsal en París
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Iniciar sesiónPável Filátiev (Volgodonsk, Rostov, 1988) pasará a la historia como el primer soldado que decidió jugarse la vida y desertar del Ejército ruso, huir de su patria, para denunciar la guerra imperial de Vladímir Putin contra Ucrania. Su libro 'Zov' (Galaxia Gutenberg) ... es un documento excepcional: la historia de la toma de conciencia de una tragedia íntima, rusa, ucraniana, europea, cuyo incierto futuro está llamado a influir en el destino de nuestra civilización.
La historia personal y familiar de Filátiev ayuda a comprender las raíces últimas de esa tragedia. Sus antepasados eran rusos deportados a Siberia por razones políticas. Su padre fue militar profesional. Él mismo se enroló voluntariamente en el Ejército, para terminar comprendiendo, en Ucrania, durante el primer trimestre de la desafortunada aventura del Kremlin, la inmensidad de la catástrofe en curso.
Tiene una visión muy trágica del futuro inmediato, con alguna esperanza: la guerra puede durar años, décadas, y precipitar una guerra civil en Rusia; pero quizá sea posible soñar con una revolución social y popular contra Putin, si el tirano ruso no es depuesto por militares hostiles a su propósito imperial.
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-¿Cree que su ejemplo, su libro, pueden servir de modelo para otros soldados rusos?
-Mi caso no es único. Hay muchos soldados que están contra la guerra. La prolongación del conflicto contra Ucrania ha provocado numerosas reacciones. Pero la represión es muy profunda. Muchos soldados han llegado a mutilarse para intentar escapar, pero no siempre lo han conseguido. En mi caso, decidí que era muy urgente hablar, contar y denunciar
-Su libro describe la angustia de un soldado en una guerra que considera injusta. ¿Cuál es la moral de los oficiales y generales?
-Cuanto más alto es el nivel de la graduación, más baja es la moral, personal y cívica. La corrupción y el arribismo también alimentan la inmoralidad más profunda. La ética puede ser peligrosa si se quiere hacer carrera.
-¿Es posible imaginar que algún oficial / general diga «no» a las órdenes de Putin?
-Es posible. Y quizá ha ocurrido. Algún día se descubrirán muchas tragedias. No es un secreto la sucesión de personajes, civiles y militares, que han muerto en condiciones más que sospechosas. Todo parece sugerir que, en muchos casos, algunos militares han podido ser envenenados, asesinados.
-Putin ha cambiado en varias ocasiones a los más altos cargos al mando del Ejército en Ucrania. ¿Qué significado tienen esas decisiones?
-Un sentido burocrático y quizá cosas más siniestras. Putin juega con muchos peones. Cuando esos peones dejan de serle útiles los cambia de posición, o los destruye.
«Hay muchos soldados rusos que están en contra de la guerra y han llegado a mutilarse para intentar escapar»
-En Occidente se piensa que hay militares que desean que el jefe del Kremlin lance ofensivas más duras contra Ucrania. ¿Cuál es su opinión a ese respecto?
-Es posible, sin duda. Pero, ojo, Putin tiene una guardia pretoriana muy próxima. Deja que hablen algunos, siempre que estén controlados, o bajo su dominio próximo. Dejando correr esos rumores y esas apreciaciones, el poder supremo también justifica nuevas y posibles escaladas, con una parodia de debate.
-¿Es posible imaginar que Putin llegue a utilizar armas nucleares tácticas, de corto alcance?
-Es una probabilidad bastante real, que viene de muy lejos. Entre los militares rusos, esa baza siempre ha estado presente. Utilizar armas nucleares 'pequeñas' para aterrorizar a los adversarios. La amenaza y el riesgo de utilización de armas nucleares es una carta que Putin y todos sus antecesores siempre tuvieron en la mano desde la crisis de los euromisiles el siglo pasado.
-Antes del comienzo de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero de 2022, Occidente pensaba que Rusia era una gran potencia militar que podía consumar con éxito su guerra relámpago conquistando Kiev con relativa rapidez y facilidad. La marcha de la guerra ha demostrado que la potencia militar rusa es más débil de lo previsto.
-Ese debate comenzó a circular, entre los soldados, mucho antes del intento de invasión. Muchos colegas pensaban que los ejércitos rusos eran capaces de conquistar Ucrania en unas semanas. Yo les recordaba la experiencia de Estados Unidos en Irak. Me parecía que Vladímir Putin no podría poner en práctica esa ambición. Me parecía que intentar conquistar un país como Ucrania era una aventura larga, incierta y peligrosa. La marcha de la guerra confirma que el presidente ruso estaba equivocado. Y la potencia militar de mi país está muy lejos de imponer su ley. Los cálculos teóricos son una cosa. Y la realidad de un país en armas, dispuesto a combatir, defenderse, con ayuda militar de Occidente, es muy otra.
«La corrupción y el arribismo alimentan la inmoralidad. La ética puede ser peligrosa si se quiere hacer carrera»
-¿Cree posible que Putin pierda la guerra?
-Depende de lo que usted entienda por 'perder' la guerra. A título personal, creo que este conflicto puede durar años, incluso décadas, sin un resultado claro para ninguno de los contendientes. Recuerde por ejemplo la guerra de los Cien Años. La hipótesis de una retirada militar rusa, completa, me parece poco probable, tiene algo de fantasmal. Putin tiene muchas cartas militares por jugar. La hipótesis de un triunfo ucraniano, más allá de las fronteras anteriores al intento de invasión, tampoco parece realista. Putin puede ordenar nuevos llamamientos de decenas y centenas de miles de soldados, que podrían influir a su favor. Pero todas las hipótesis son inciertas y parecen condenadas a un futuro que no se cuenta en meses: se cuenta en años. Quien piense otra cosa, temo que sea víctima de un ilusionismo peligroso.
-¿Cree que Putin pudiera ser eliminado por los militares?
-No es una hipótesis descabellada, sin duda. Incluso la retirada, la eliminación física o política de Putin pudiera tener algo de positivo. Ucrania y Occidente podrían negociar con sus sucesores para intentar poner fin a la guerra. Es la hipótesis más optimista. Hay otras que no debieran olvidarse. La prolongación de la guerra también puede precipitar una guerra civil en Rusia. A mi modo de ver, más de la mitad de los rusos son hostiles a lo que está ocurriendo. Pero no se atreven a manifestarse. Y, si se manifiestan, se juegan la vida. Al mismo tiempo, no hay que olvidar que también hay muchos rusos que apoyan la invasión de Ucrania. Si la crisis se agravase, el riesgo de guerra civil sería muy alto. Y, en ese caso, nadie sabe cómo esa guerra civil podría afectar a toda Europa, con la aparición de personajes tan siniestros o más que Putin.
-En Occidente se ha hablado mucho de los amigos millonarios de Putin, y de la corrupción, a todos los niveles, incluso del estado. ¿Cree que esos millonarios abandonarán a Putin cuando vean que esa Rusia puede perder la guerra?
-Depende del nivel de corrupción. También han desaparecido millonarios contrarios a la guerra. Quizá han sido asesinados.
-En su libro, usted confiesa con reiteración su amor por su patria, Rusia, y el pueblo ruso, pero estima que Putin no es ni representa a Rusia... ¿Cree posible una revuelta popular contra Putin?
-Putin y su corte no representan a Rusia, no. Ni al pueblo ruso. Una revuelta o revolución popular, pacífica, en la medida de lo posible, quizá sea deseable. Bien me gustaría. Pero no sé si existen las condiciones. Quizá mañana, si el pueblo ruso consigue escapar a las garras de la represión y la corrupción...
-¿No teme ser víctima de un intento de atentado o asesinato?
-Ese riesgo quizá exista. Pero me siento incapaz de pensar de esa manera. Mi vida pasa hoy por intentar contar la vedad que yo conozco. He pedido asilo político a Francia. Espero conseguirlo. Vivo con mucha discreción. Lo que deba ocurrir, ocurrirá. Por mi parte, seguiré hablando, seguiré escribiendo, con la esperanza puesta en un futuro mejor para mi patria, Rusia.
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