EE.UU. ofrece garantías de seguridad a Finlandia y Suecia pese al veto turco a su ingreso en la OTAN

El ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN se considera un gesto político de gran calado teniendo en cuenta la tradición en este campo en ambos países. Debido a la amenaza rusa, el proceso se ha acelerado de forma extraordinaria. En julio pasado los actuales 30 miembros les invitaron a unirse y en cuestión de semanas, en vez de años como ha sucedido en otros casos, se firmaron los protocolos de adhesión. Desde entonces, 28 países han ratificado las solicitudes de los dos países, excepto Turquía y Hungría.

Este último país, que no ha querido mostrarse muy entusiasta con las sanciones contra Rusia, ha prometido que la votación parlamentaria se celebrará el primer trimestre de este año. Turquía, sin embargo, ha exigido a Suecia que cambie su política de acogida de los refugiados kurdos y que le entregue a Bulent Kenes, exdirector del diario 'Today's Zaman', al que acusa de estar involucrado en la intentona golpista de 2016, a pesar de que un juez denegó hace poco su extradición. Suecia y Finlandia se comprometieron en la cumbre de Madrid de la OTAN a limitar las actividades de los kurdos en su territorio. Estocolmo luego revocó un embargo sobre la venta de armas a Turquía y se distanció del YPG, una milicia siria que los países occidentales defendieron por su papel en la lucha contra el autodenominado Estado Islámico, como le exigía Erdogan.

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El mes pasado, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo que Suecia no estaba ni siquiera a la mitad del camino para cumplir con lo que le exige Ankara, pero el nuevo primer ministro conservador de Suecia, Ulf Kristersson, dijo el lunes que «Turquía confirma que hemos hecho lo que dijimos que haríamos. Pero también dicen que quieren cosas que no podemos ni les daremos». El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no ha contestado a esta aseveración, pero de todos modos se considera que no es posible que cambie de opinión hasta después de de las elecciones presidenciales previstas para junio.

De todos modos, Stoltenberg recordó ayer que, a pesar de este bloqueo, no hay riesgo de que Finlandia y Suecia puedan ser atacadas, teniendo en cuenta que «Estados Unidos y otros aliados han ofrecido garantías de seguridad a los dos países hasta que se conviertan en miembros de pleno derecho. Es inconcebible que Finlandia y Suecia enfrenten una amenaza militar sin una respuesta de la OTAN», agregó el secretario general.

Sin embargo, las tensiones que provoca Turquía no han impedido la firma de una tercera declaración conjunta entre la UE y la OTAN lo que refuerza aún más el anclaje de Suecia y Finlandoa en el marco euroatlántico. La declaración pretende seguir desarrollando su cooperación tras las dos anteriores, que se firmaron en 2016 y 2018. Esta vez se produce en el contexto de la guerra de agresión de Rusia en Ucrania y, en este sentido, el secretario general dijo que «hemos visto que Rusia ha sufrido grandes pérdidas en Ucrania debido a los valientes soldados ucranianos. Pero no debemos subestimar a Rusia», ha dicho Stoltenberg, que ha recordado que está «movilizando más tropas» y «trabajando duro» para rearmarse. Lamentablemente, «no hay ninguna indicación de que Putin haya cambiado el objetivo en esta cruel guerra».

Las dos partes llevan tiempo trabajando en esta declaración, que en un principio habían planteado tener lista antes de la cumbre de los líderes de la OTAN que se celebró en Madrid en junio del pasado año pero que se ha venido retrasando, también en parte debido a la susceptibilidades de Turquía, que nunca se ha encontrado cómoda facilitando las relaciones de la Alianza -de la que forma parte- con la UE, a la que cree que no se le permite acceder. En total, la UE y la OTAN comparten 21 miembros que tienen en común los mismos valores y desempeñan funciones complementarias y de refuerzo en apoyo de la paz y la seguridad internacionales. El Concepto Estratégico aprobado por la OTAN en 2022 describe a la Unión Europea como un socio único y esencial, y aboga por una asociación estratégica mejorada y reforzada. La OTAN no se opone a que la Unión construya sus propias estructuras de defensa, dentro del paraguas atlántico.

Según Stoltenberg, «nuestra declaración deja claro que la OTAN sigue siendo la base de nuestra defensa colectiva, y esencial para la seguridad euroatlántica. También reconoce el valor de una defensa europea más capaz, que contribuya positivamente a nuestra seguridad y sea complementaria e interoperable con la OTAN». Y, por supuesto, también recordó que «nuestra asociación será aún más importante cuando Finlandia y Suecia se conviertan en miembros de pleno derecho de la OTAN. La Alianza protegerá entonces al 96 por ciento de los ciudadanos de la Unión Europea y una parte de su territorio más grande que nunca».

Por su parte, Von der Leyen recordó que «las amenazas y desafíos rusos son los más inmediatos, pero no son los únicos», puesto que «también somos testigos de cómo China intenta cada vez más remodelar el orden internacional en su beneficio», por lo que «debemos reforzar nuestra propia capacidad de resistencia».