Un refugiado iraquí, el detonante de las tensiones entre Suecia y los países islámicos tras la quema del Corán
En abril de 2021, Suecia concedió a Salwa Momika el estatus de asilo político tras acreditar que corría peligro en su país de origen
Suecia teme que la quema del Corán obstaculice su adhesión a la OTAN
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Iniciar sesiónEl causante de que en las últimas horas se hayan tensado gravemente las relaciones entre la OTAN y los países islámicos es un refugiado iraquí, Salwa Momika, de 37 años de edad y que asegura que actúa en solitario, sin apoyo de ningún gobierno ... u organización. «He sido perseguido e incluso arrestado por el gobierno de Irak», expone sus motivos para pedir asilo político en Suecia, «conseguí escapar y busqué aquí refugio», relata en primera persona.
En abril de 2021, Suecia le concedió el estatus de asilo político tras acreditar que corría peligro en su país de origen. «Han puesto precio a mi cabeza», ha declarado a medios suecos. Se declara líder del partido político de la oposición iraquí Partido Democrático Sirio en Irak y explica que su objetivo es la creación de una región para cristianos y yazidíes en las zonas que históricamente ocuparon en Irak, para que estas minorías puedan vivir según sus costumbres y preservar su cultura.
El Papa Francisco, sin embargo, ha condenado la quema del Corán, que es la forma preferida de protesta de Momika. La ha llevado a cabo ante la Gran Mezquita de Estocolmo y ante la embajada de Irak en la capital sueca. Además de pisotear el libro sagrado musulmán y prenderle fuego, suele llevar también banderas de Irak y fotografías de Jomeini con las que se limpia los zapatos ante las cámaras.
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Su relato contrasta en parte con algunas versiones que aparecen en las redes sociales, en las que es señalado por haber pertenecido al grupo miliciano al-Hashed al-Saabi, que luchó contra el grupo terrorista ISIS. Según algunas de esas versiones, habría sido acusado en su país de delitos de sangre. También ha sido vinculado con el líder de la milicia Muqtada al-Sadr, durante las protestas contra el Gobierno de Irak de 2019, y el Gobierno de Irán lo acusa de trabajar para la agencia de inteligencia israelí, el Mossad, una acusación a la que prefiere no responder. «Soy ateo con antecedentes cristianos arameos», declara sobre su propia fe, y se esfuerza por aclarar que el Partido Democrático Sirio en Irak «no es parte de al-hashed al-Shaabi, sino que hemos tenido nuestras propias fuerzas armadas, que protegían nuestro territorio, entre otros la llanura de Nínive».
Momika habla torpemente inglés, la lengua en la que justifica sus manifestaciones y quemas del Corán explicando que «quiero mostrar al mundo que el Corán es muy peligroso, que es más peligroso que las armas nucleares». «Yo defiendo la libertad de expresión y los derechos humanos suecos, defiendo la democracia y denuncio que el Islam representa para las democracias una amenaza muy seria que os gobiernos europeos no están tomando en serio». Por estos motivos, su vida está amenazada «en 57 países islámicos en los que se ha ofrecido una recompensa por mí».
En Suecia, país en el que se ha inscrito en el partido político SD (Demócratas de Suecia), una formación populista de derecha, también ha tenido ya problemas con las autoridades. En dos ocasiones ha sido investigado por delitos de odio y condenado a 80 horas de trabajo social por haber proferido amenazas ilegales contra un hombre con el que compartía apartamento. Según el atestado, con un cuchillo en la mano le amenazó de muerte. «Responsabilizo a Suecia por mi seguridad, varios musulmanes han intentado atacarme en Estocolmo», dice, y sobre su futuro desvela que le gustaría presentarse a las elecciones en Suecia.
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