Ataques contra las embajadas de EE.UU. y Francia en R.D. del Congo tras la ofensiva de rebeldes ruandeses

Además, también ha habido manifestaciones que se han saldado con la quema de neumáticos frente la Embajada estadounidense en la República Democrática del Congo. Estas protestas acusan a las diferentes potencias occidentales de fomentar la guerrilla que ha tomado la ciudad de Goma.

Esto ha sucedido en mitad de la ofensiva de los rebeldes del M23 apoyados por Ruanda se han enfrentado a focos de resistencia del Ejército y de la milicia progubernamental durante la noche tras entrar en la ciudad de Goma, la mayor ciudad del este del Congo, en la peor escalada de un conflicto que dura más de una década, informa Reuters.

Los residentes de varios barrios han informado de disparos de armas pequeñas y algunas explosiones fuertes este martes por la mañana, especialmente cerca del aeropuerto, que según fuentes todavía estaba en manos de las fuerzas de paz de las Naciones Unidas y las tropas del Gobierno.

El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, habló con su homólogo ruandés, Paul Kagame, para analizar la reciente escalada en el Congo, donde nueve soldados de paz sudafricanos han muerto esta semana, y ambos coincidieron en la necesidad de un alto el fuego.

Noticia Relacionada

El Ejército de Sudán venció el asedio que sufría su cuartel general en Jartum desde hace 20 meses

Andrés Gerlotti Slusnys

El jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fattah al Burhan, visitó la sede por primera vez desde que logró escapar en agosto de 2023

«Hubo un período de calma anoche, pero los disparos comenzaron de nuevo a medianoche», señala una anciana del barrio de Majengo, en el norte de Goma, cerca del aeropuerto a Reuters. «He oído el sonido de los disparos desde la medianoche hasta ahora... viene de cerca del aeropuerto».

Otro residente de Majengo ha confirmado los disparos durante la noche y hasta el martes por la mañana: «Estoy tirado en el suelo con mi familia».

Como la ciudad más grande del este del Congo, Goma es un centro humanitario vital para la región y una puerta de entrada para el comercio de minerales de tantalio y estaño, que se utilizan en teléfonos y ordenadores.

El M23, el último de una serie de insurgentes respaldados por Ruanda que han librado una serie de rebeliones en el este contra el Gobierno central de la República Democrática del Congo, tomó las armas nuevamente en 2022, una década después de una insurgencia anterior.

En las últimas semanas, lograron avances rápidos en la provincia de Kivu del Norte, en la frontera con Ruanda, antes de acercarse a Goma, una ciudad de casi dos millones de personas, y obligar a decenas de miles a huir de sus hogares.

Han ignorado las llamadas de los líderes mundiales para detener su ofensiva. Ruanda, que anteriormente negó la presencia de sus militares en el Congo, también ha rechazado las solicitudes de que las tropas se retiren, diciendo que la seguridad de su país está amenazada.

Con tropas tanto en la misión de la ONU como en una fuerza sudafricana, Sudáfrica ha soportado la peor parte de las bajas entre las fuerzas de paz.

Los críticos han acusado al Gobierno de Sudáfrica de no hacer lo suficiente para asegurarse de que sus tropas estuvieran adecuadamente equipadas para el conflicto. Una declaración emitida por la presidencia sudafricana después de que Ramaphosa y Kagame hablaran no mencionó las muertes. «Los dos jefes de estado han acordado la urgente necesidad de un alto el fuego y la reanudación de las conversaciones de paz por todas las partes en el conflicto», sentencia.