Los rebeldes del M23 matan a seis soldados de la ONU en el Congo
El grupo insurgente se acerca a la ciudad de Goma y obligan a miles de personas a huir
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Cientos de miles de personas huyen de los combates que el Ejército de la República Democrática del Congo y los rebeldes del grupo M23 (Movimiento 23 de Marzo) libran cerca de la ciudad de Goma.
La insurgencia lleva tres años en marcha, pero se ... ha intensificado en enero con el avance de tropas y el control de cada vez más territorio congoleño. A principios de año, capturaron las ciudades clave de Minova y Masisi, en el este del Congo.
Desde hace días, los insurgentes del M23, apoyados por Ruanda, intentan tomar el control de Goma, la ciudad más grande del este congoleño (un millón de habitantes), mientras que las fuerzas gubernamentales luchan por repeler los avances.
Las fuerzas de paz de la ONU también están presentes, dando apoyo al Gobierno del Congo, y los intensos combates han causado la muerte de varios soldados. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este domingo, un día antes de lo previsto, para discutir la crisis, después de que cuatro cascos azules de Malawi y Uruguay murieran un día antes. Nueve sudafricanos, incluidos dos de la misión de la ONU en el Congo y siete de una misión separada en el sur de África, también murieron, según anunciaron las autoridades sudafricanas.
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El M23 ha pedido a los militares congoleños de Goma que se rindan para evitar un baño de sangre y ha dado un ultimátum de 48 horas a las Fuerzas Armadas para que depongan las armas.
El Congo, la ONU y otros países acusan a su vecina Ruanda de alimentar el conflicto con sus propias tropas y armas. Ruanda lo niega, pero el Ejército del Congo afirmó el sábado que francotiradores ruandeses fueron responsables del asesinato del gobernador militar de Kivu del Norte que estaba de visita en la línea del frente el viernes.
Como medida de rechazo, el Congo retiró a sus diplomáticos de Ruanda y pidió a las autoridades ruandesas que cesen las actividades diplomáticas y consulares en la capital congoleña en un plazo de 48 horas, según una carta del Ministerio de Asuntos Exteriores a la Embajada de Ruanda fechada el 24 de enero; un representante del ministerio dijo el sábado que la carta representaba «la forma más severa de ruptura diplomática».
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, pidió el domingo a las fuerzas ruandesas que se retiren de la República Democrática del Congo y detengan el apoyo a los combatientes del M23 que avanzan sobre la clave ciudad congoleña de Goma.
«Ruanda está intentando entrar por todos los medios, pero nosotros nos mantenemos firmes», dijo a Reuters una fuente militar congoleña, señalando que los rebeldes habían destruido algunos equipos cerca de la aldea de Kilimanyoka, a unos 20 kilómetros de Goma. «Es una guerra, hay pérdidas por todas partes... la población debe mantener la calma, estamos luchando», dijo la fuente.
El M23 ha emitido este domingo un comunicado en el que exigen la salida de todas las fuerzas militares extranjeras desplegadas en el Congo y han comenzado a restringir el paso en la frontera con Ruanda en medio del cerco impuesto a Goma. El M23 «insta a todas las fuerzas armadas extranjeras presentes en la República Democrática del Congo, en particular a la Fuerza de Defensa Nacional de Burundi (FDNB), la misión de la comunidad del África austral (SAMIDRC) y las Compañías Militares Privadas (MPC) de Ajemira, a que dejen de matar inmediatamente a nuestra población y abandonen suelo congoleño», ha publicado el grupo en un comunicado.
Distintas fuentes han denunciado la presencia de fuerzas burundesas con uniforme congoleño combatiendo contra el M23. Por su parte, la Comunidad de Desarrollo de África Austral ha enviado a la zona un contingente de más de 3.000 militares sudafricanos, tanzanos y malauíes.
Crisis humanitaria
El este del Congo sigue siendo tierra fértil para rebeldes y feudos de milicianos, tras dos guerras regionales sucesivas derivadas del genocidio de Ruanda de 1994. Bien entrenado y profesionalmente armado, el M23 –el último de una larga lista de movimientos rebeldes liderados por tutsis– afirma que existe para proteger a la población étnica tutsi del Congo.
Sin embargo, el Gobierno congoleño asegura que los rebeldes son agentes de las ambiciones expansionistas de Kigali en la región, una acusación que el Gobierno de Ruanda ha negado durante mucho tiempo.
Las agencias humanitarias están preocupadas por el impacto del conflicto sobre los civiles y advierten que los combates profundizarán lo que ya es una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Cientos de miles de personas se vieron obligadas a huir de múltiples zonas de combate desde que comenzó la última ofensiva del M23 alrededor de Goma el 23 de enero, dijo la oficina del coordinador humanitario de la ONU en un comunicado. «Varios sitios en las afueras de Goma, que albergaban a más de 300.000 personas desplazadas, fueron completamente vaciados en el espacio de unas pocas horas», indicó el comunicado.
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