La ofensiva yihadista en Siria rediseña la geografía del país
Irán acude en ayuda de Damasco, pero Rusia prefiere centrarse en ganar terreno en Ucrania antes de que llegue Trump
El avispero sirio se reactiva después de cinco años de calma tensa
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Iniciar sesiónLa aviación rusa desplegada en Siria en ayuda del régimen de Bashar al Assad continuó bombardeando hoy a pequeña escala a las fuerzas rebeldes que, de modo inesperado y relámpago, tomaron la semana pasada la segunda ciudad del país, Alepo, y amenazan ir contra Damasco ... .
Después de trece años de guerra civil, y cuatro en los que el conflicto parecía hibernado, el avispero sirio se ha reactivado súbitamente. Las fuerzas de Asasd se muestran cansadas y desmotivadas, y el apoyo militar exterior que recibía Damasco ya no es lo que era. Rusia está centrada en sumar esfuerzos -humanos y de material- en la guerra de Ucrania, en una carrera por ganar posiciones antes de que Donald Trump tome posesión en enero de la Casa Blanca.
Por su parte, las fuerzas chiíes libanesas de Hizbolá -que luchaban con Assad en la defensa de Alepo- fueron retiradas durante los meses de conflicto en el Líbano con Israel y ahora están desmanteladas y desconcertadas, tras perder a casi toda su jerarquía. No ha sido una casualidad que la ofensiva rebelde en Alepo se haya producido pocos días después de la tregua pactada entre Hizbolá e Israel.
El único aliado fiable del dictador de Damasco -vinculado a la rama chií de Siria, la alauí- es Irán. El ministro de Exteriores persa visitó hoy a su colega turco en Ankara, para pedir, si no la colaboración de Turquía, sí al menos que no aproveche la situación para ampliar su territorio en Siria, golpear a los kurdo-sirios y fortalecer indirectamente a los rebeldes yihadistas que han tomado Alepo.
En su comunicado conjunto, Irán y Turquía señalan que Siria «no debe ser refugio de terroristas», en una referencia directa a los rebeldes del Hayat Tahrir al-Sham (HTA), el grupo que ha conquistado la segunda ciudad del país, prácticamente sin resistencia. El HTA, que desde su creación se considera como la filial siria de Al Qaida -y bebe por tanto en la fuentes del fundamentalismo musulmán suní- aspira a derrocar la dictadura laica de los Assad y crear un califato al estilo afgano o similar al que en su día tuvo Estado Islámico en la ciudad siria de Raqa.
También Estados Unidos se ha visto salpicado por la reactivación de la guerra civil siria. Washington cuenta en la región con varios centenares de militares, que apoyan a las fuerzas kurdo-sirias en el noreste de Siria, como parte de una 'coalición antiyihadista'.
En el desconcierto creado por la toma de Alepo por parte de los yihadistas, un grupo pro-turco se apoderó este fin de semana de una localidad aledaña kurda, Al Rifaat, reproduciendo la paradoja de que dos países de la OTAN -Estados Unidos y Turquía- estén apoyando en Siria a grupos rebeldes enfrentados.
Tampoco la Unión Europea queda al margen de la reanudación de la guerra civil. El regreso a los choques armados impulsará el exilio de más sirios, y disparará la presión para otorgar el asilo a centenares de miles, en particular en Alemania.
En el nuevo rediseño de la geopolítica de la región, la potencia que 'a priori' obtiene más rédito de la ofensiva yihadista en Siria es Israel. Después de derrotar a los chiíes libaneses de Hizbolá en su propia casa, el avance de los yihadistas suníes en Siria ejercerá presión para su expulsión también de su refugio seguro en ese país, donde gozan del amparo de Bashar al Assad. Los barbudos del HTA harán en cierto modo la labor que desde hace tiempo llevaba realizando el Ejército hebreo, con sus operaciones militares contra Hizbolá y Hamás en sus bases en Siria.
Unos ganan y otros pierden, en términos de poder e influencia en la región. El auténtico desheredado con el avance rebelde, y la reanudación de la guerra civil, será la población siria, una de las más cultas del mundo árabe. En trece años de guerra civil, los cálculos hablan de medio millón de muertos -en una población de poco más de 24 millones-, siete millones de desplazados, y una cuarta parte del país en el exilio, en Turquía, Líbano y Europa principalmente. El último informe del Consejo de la UE califica la situación en Siria como el mayor desastre humanitario y de refugiados del mundo.
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