Europa necesitaría 300.000 soldados para defenderse de Rusia sin la ayuda de Estados Unidos

La estimación con la que trabajarán en la cumbre europea los jefes de Estado y de Gobierno es la que han elaborado conjuntamente el instituto de investigación Bruegel, con sede en Bruselas, y el Instituto de Kiel para la Economía Mundial (IfW).

Para sustituir la presencia de tropas estadounidenses en Europa, calculan, serían necesarios 300.000 soldados más de los que se dispone actualmente y unos 250.000 millones de euros en gasto adicional en defensa. Y todo esto en un plazo de tiempo limitados, porque «Rusia tendrá la fuerza militar para atacar a los Estados de la UE en los próximos tres a diez años», dice Guntram Wolff, uno de los autores del Instituto de Kiel.

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Para equipar a otras 50 brigadas con 300.000 hombres, también se necesitarían 1.400 nuevos tanques de última generación y 2.000 vehículos de combate de infantería, más de los que Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia tienen actualmente juntos, calcula. Europa tendría que producir unos 2.000 drones de largo alcance al año y se debería suministrar a estas fuerzas municiones suficientes, más allá de las escasas existencias disponibles ahora. Un millón de proyectiles de 155 mm sería el mínimo para un suministro suficiente para 90 días de combate de alta intensidad.

El informe sugiere la posibilidad de utilizar la capacidad de la industria europea del automóvil para cubrir huecos de producción.

Los países de la UE, finalmente, tendrían que avanzar en coordinación militar. Europa también necesitaría desarrollar capacidades de tráfico aéreo y transporte, así como la guerra con misiles y drones. También sería necesario crear capacidades de reclutamiento, de comunicación y adiestramiento.

El poder de combate de 300.000 soldados estadounidenses es mucho mayor que el del mismo número de soldados europeos, debido a que las europeas están divididas en 29 ejércitos nacionales. Sería necesaria una estructura de control incluso más estricta que la del mando conjunto de la OTAN, incluida una unidad estratégica con capacidades aeroespaciales europeas de las que carecen las fuerzas armadas europeas. Europa, incluido el Reino Unido, tiene actualmente 1,47 millones de militares activos: la falta de coordinación puede resultar fatal. Para todo ello, el gasto conjunto en defensa debería aumentar en toda la UE y de forma casi inmediata del 2% actual al 3,5% o 4% del PIB. Y todo esto sin haber contado la ayuda financiera y militar a Ucrania.

La mitad de los 250.000 millones de euros mínimos necesarios anualmente podrían financiarse con deuda conjunta europea y derivar en compras conjuntas de armamento. La otra mitad podría ser financiada por los Estados miembros a través de su gasto en defensa nacional. Wolff explica que para este diseño se ha utilizado el ensayado durante la pandemia.

«Incluso aunque los órdenes de magnitud son inicialmente considerables, económicamente es manejable en relación con el poder económico de la UE», asegura, y resuelve que los costes adicionales solo serían de alrededor del 1,5% del PIB de la UE. «Esto es mucho menos de lo que se tuvo que movilizar para superar la crisis durante la pandemia de Covid, por ejemplo», concluye.

Otro factor determinante en la ecuación es el de los plazos. ¿Cuánto tiempo se tarda en desarrollar capacidades similares a las de la OTAN? Empresas armamentísticas como la alemana Rheinmetall reconocen que están produciendo al máximo de su capacidad y tienen pedidos para cubrir varios años.

Se quejan repetidamente de que la política es demasiado lenta en la creación de capacidades, incluso con la financiación sobre la mesa. No basta con dar la orden, es necesario garantizar los suministros de materiales y componentes, además de la logística efectiva de su traslado. Y también será necesario establecer prioridades.

Según el 'think tank' Instituto Internacional para Estudios Estratégicos (IISS), hay áreas de capacidad enteras para las que los europeos dependen completamente de Estados Unidos, como el transporte aéreo estratégico para trasladar soldados y equipos, las tareas de reconocimiento, especialmente por satélite, la dotación de misiles de largo alcance que permitan alcanzar objetivos dentro de Rusia y la defensa aérea, especialmente contra misiles de crucero o drones.

Ronja Kempin, del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales, subraya que, sin las capacidades de Estados Unidos, «los europeos están prácticamente ciegos» y no son capaces de obtener su propia visión general de lo que haga el enemigo. «La UE no tiene un cuartel general propio que pueda enviar a acción una unidad más grande como la RDC», añade, «el Estado Mayor Militar de Planificación y Ejecución de la UE es demasiado pequeño y los miembros no han proporcionado el personal necesario durante años».