Eslovaquia amenaza con boicotear la cumbre europea del jueves

Ucrania puede contar con «el apoyo continuo y amplio» de Europa, fue la conclusión de Boris Pistorius, Sébastien Lecornu, Guido Crosetto, David Williams y Pawel Zalewski, que explicaron sus puntos de vista y líneas de acción sobre los temas discutidos en Londres e hicieron preparativos para la reunión en Bruselas y para la que tendrá lugar en París el 12 de marzo.

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Sobre este consenso nuclear, los cinco países esperan soportar el mayor peso de la ayuda futura a Ucrania y extender esta posición al resto de los miembros de la UE, la plataforma desde la que quieren implementarlo.

Un obstáculo se interpone, sin embargo, en ese camino: el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, un hombre muy cercano a Putin, amenaza con boicotear la cumbre.

Fico ha anunciado que bloqueará las conclusiones de la cumbre y ha reiterado sus posiciones prorrusas. «La mayoría de los miembros de la UE están a favor de continuar la guerra, mientras que Eslovaquia está a favor de la paz», ha dicho. También ha rechazado la afirmación de que Ucrania también está luchando por Eslovaquia y ha culpado al gobierno ucraniano de que en Eslovaquia hayan aumentado los precios del gas.

Fico plantea varias exigencias al resto de los socios europeos: quiere que se reanude el tránsito de gas a través de Ucrania y que las conclusiones finales de la cumbre europea incluyan un acuerdo sobre un alto el fuego inmediato en Ucrania, independientemente de un acuerdo de paz. «Si la UE sigue apoyando masivamente (a Ucrania), sólo se hará de forma bilateral, porque Eslovaquia no apoyará de ninguna manera esta estrategia», ha anunciado en rueda de prensa, en la que ha adelantado su posición de veto a la donación de armas. «La idea es armarlos tanto, que puedan negociar la paz en las condiciones que Kiev desee, pero no tenemos razón para pensar que esta estrategia funcionará», ha criticado, y defiende en cambio un acuerdo de paz con Rusia incluso si eso supone que Ucrania renuncie a parte del territorio ocupado.

Apenas llegó al gobierno, en octubre de 2023, el populista Fico canceló la ayuda eslovaca a Ucrania como una de las primeras medidas del nuevo gobierno. «Esta guerra no tiene que ver nada con Eslovaquia, salvo que daña nuestros intereses», ha insistido.

Según su visión del asunto, cada país europeo debe decidir sus propias ayudas a Ucrania y negociar también bilateralmente el envío de tropas de paz tras la firma del acuerdo. Afirma no tener objeciones a las disposiciones destinadas a reforzar las capacidades de defensa de la UE, pero en su opinión estas decisiones deberían ir acompañadas de una relajación de la disciplina presupuestaria y la autorización para utilizar fondos para proyectos militares y civiles.

Si Robert Fico cumple sus amenazas, los dirigentes europeos podrían tener dificultades para determinar el alcance de la ayuda adicional a Kiev.

Los socios europeos esperan todavía lograr sumar el voto de Eslovaquia, tirando de una exigencia a la que Fico se ha referido en la misma rueda de prensa. Ha advertido que la situación del mercado del gas es crítica y que, «sin el tránsito de gas a través del territorio ucraniano, Europa nunca será nunca competitiva».

Fico lleva muchos meses insistiendo en esta reivindicación. Ha dejado la puerta abierta a que «esto no significa necesariamente el tránsito de gas ruso, Kiev también podía transportar gas desde Azerbaiyán».

En su opinión, la Unión Europea no está defendiendo sus propios intereses al no exigir nada a cambio de su apoyo a Ucrania, país al que acusa de explotar las regulaciones de la UE que requieren que los propietarios de gasoductos transporten el gas comprado a Kiev.

Según Fico, los comerciantes extranjeros están utilizando el oleoducto de flujo inverso de Eslovaquia en Vojany para eludir las restricciones. Fico demanda «incluir explícitamente la exigencia de reabrir el tránsito de gas a través de Ucrania hacia Eslovaquia y Europea Occidental» en el acuerdo europeo, lo que sustraería a Kiev una de sus bazas de negociación con Moscú.