El 'enfant terrible' de la izquierda o un moderado: el socialismo luso elige nuevo líder tras el abrupto final de la era Costa

Está previsto que los resultados se den a conocer a las 23.00 horas de hoy, mientras el actual líder del PS, António Costa, hace ya sus maletas en Largo do Rato, sede del partido, para dejar lugar a su sucesor y al comienzo de un nuevo ciclo político, con Pedro Nuno Santos asumiendo el legado de la 'geringonça' (pacto de izquierdas) y José Luís Carneiro optando por el diálogo con la derecha en línea de una política presupuestaria conservadora.

Esta división es ilustrativa de la plasticidad del Gobierno de António Costa, que ha encontrado consenso y apoyo en un amplio espectro político durante los últimos ocho años, promoviendo un diálogo estratégico en la derecha y responsabilizando a la izquierda por la estabilidad.

Ambos candidatos han formado parte de los mismos ejecutivos, tanto como secretarios de Estado como ministros. Si Carneiro fue una figura políticamente más discreta y comedida, Pedro Nuno negoció el apoyo parlamentario del Partido Comunista Portugués y del Bloque de Izquierda para la formación del primer Gobierno de Costa.

Ambos anclan sus candidaturas en la perpetuación del Gobierno de António Costa y lanzaron durante la campaña interna programas alternativos al de Luís Montenegro, líder del Partido Social Demócrata (PSD) y de la oposición, con la prioridad de ganar las elecciones legislativas. Sin debates entre los candidatos, debido a la renuncia estratégica de Pedro Nuno Santos a exponer debilidades a sus adversarios de derechas, las diferencias entre ambos se miden en indicios.

Es en el apoyo parlamentario a la formación de Gobierno donde más divergen los candidatos. Mientras que la ambición de Pedro Nuno es restablecer la 'geringonça', a pesar de que los sondeos muestran que la izquierda radical en Portugal obtiene pocos votos, Carneiro está abierto al entendimiento con el PSD para hacer viable un Gobierno, supliendo la necesidad de la derecha moderada de buscar estabilidad en la extrema derecha.

Mientras José Luís Carneiro es un candidato sorpresa y utilizó la campaña para atraer votos en distritos y municipios más periféricos, recogiendo apoyos en el interior de Portugal, Pedro Nuno Santos lleva varios años emprendiendo un largo camino para convertirse en secretario general del PS, pretendiendo ser el sucesor de António Costa.

Pedro Nuno, el 'joven turco', que saltó a la fama mediática despotricando contra los banqueros europeos en el momento álgido de la crisis económica y financiera de 2011, ha cultivado sólidos apoyos en el núcleo duro del PS, con el apoyo del actual Gobierno de Costa, como Duarte Cordeiro, ministro de Medio Ambiente, o Pizarro, ministro de Salud. Y creó consenso entre corrientes ideológicas almorzando con Francisco Assis, el más centrista de los centristas del PS, antes de anunciar su candidatura en la sede del partido.

No obstante, José Luís Carneiro se ha ganado el apoyo de figuras destacadas, muchas de las cuales son opositores internos del 'enfant terrible', como el presidente del Parlamento portugués, Augusto Santos Silva, o el ministro de Finanzas, Fernando Medina.

La construcción del nuevo aeropuerto en el distrito de Lisboa es otra de las diferencias entre los candidatos. Para Pedro Nuno Santos, el proyecto habría avanzado en 2022, cuando era ministro de Infraestructuras, mientras que Carneiro pretende seguir reflexionando para cimentar un amplio consenso político y de la sociedad civil.

Pedro Nuno promete reducir los impuestos asociados al consumo, mientras que Carneiro planea deducir los intereses de los préstamos hipotecarios en las declaraciones anuales de renta de los contribuyentes al Estado. El candidato más a la izquierda promete la retribución completa del tiempo de carrera congelado de los profesores y un aumento salarial para los médicos, mientras que Carneiro habla de «aliviar» el sector de la salud y guarda silencio sobre la educación.

Después de disolver el Parlamento tras el estallido del escándalo 'Influencer' y la dimisión del primer ministro, el presidente de la República, Rebelo de Sousa, ya hizo saber que su «preferencia» era que António Costa volviera a ser candidato. Si este escenario es imposible, el presidente ha mencionado las cualidades del primer ministro dimisionario para presidir el Consejo Europeo o incluso para presentarse a las próximas elecciones presidenciales.