César Pérez Vivas: «Los opositores que se han prestado a la farsa electoral de Maduro son solo objetos decorativos»

También miembro del partido democristiano Copei, César Pérez Vivas participó como candidato en las internas de la oposición en el 2023 donde ganó Machado con el 90% de los votos. Desde entonces es uno de los firmes defensores y apoyos de la líder y de la coalición Plataforma Unida Democrática.

—¿Cómo ve la situación de Venezuela después de la farsa electoral del domingo?

—El Gobierno de Nicolás Maduro está atrincherado en estos momentos en la irracionalidad, la violencia, la arbitrariedad y la ilegalidad. Es un Gobierno inviable que no gobierna, que está instalado solo para ejercer el poder de la fuerza y el terror, dedicado a mantenerse en el poder con un aparato militar y paramilitar.

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—¿Maduro ha consolidado su poder con el 42% de participación, como dice él, o ha sido derrotado con el 10% o 15%, como dice María Corina?

—Políticamente hablando, creo que está más débil aunque tenga el mapa teñido de rojo y el 90% de los diputados obedezcan sus instrucciones. Ya tiene el control de todos los poderes públicos, es un gobernante que está instalado bajo el terror. Ese 42% de participación es falso.

—¿Qué futuro le queda a la oposición después de que el chavismo, siendo minoría, siga gobernando a su antojo?

—El futuro está cerrado en Venezuela en términos democráticos de capacidad, organización y ejercicio de la política en una actividad ciudadana para producir los cambios y acceder a los espacios de poder a través del voto.

—¿Qué se puede hacer entonces?

—Yo llamo a la sociedad venezolana a resistir porque esa dinámica termina reventándose tarde o temprano, como ocurrió con la dictadura de Marcos Pérez Jiménez (1952-58). La sociedad perseguida por la bota militar termina en contradicciones y expulsando a algunos de los autores. Abre caminos y nosotros aspiramos a que, en algún momento de este proceso, veamos la fractura de esa estructura de poder basada en las armas para que el país pueda avanzar y lograr realmente la democracia. A Maduro le impide gobernar este aislamiento a nivel interno y externo.

—¿Por qué no puede gobernar Maduro?

—No puede gobernar porque no es reconocido por nadie. Los únicos interlocutores que tiene son los dictadores del mundo, pero las democracias que dominan este lado del hemisferio occidental lo repudian.

—¿Qué papel pueden representar Henrique Capriles y otros 29 exopositores que han sacado escaños frente a la mayoría de 256 chavistas de la nueva Asamblea Nacional?

—Los opositores que se han prestado a la farsa electoral de Maduro no pueden hacer nada absolutamente, solo servir de objetos decorativos. Esta nueva Asamblea es una copia del Parlamento comunista de la alemana RDA: era una dictadura cruel como la que tenemos nosotros. Esas dictaduras tratan de disfrazarse de democracia.

—¿Qué pasará con esas estructuras políticas surgidas en la farsa electoral cuando cambie el Gobierno?

—Esas estructuras como la Asamblea Nacional (AN) y las gobernaciones nacen viciadas de inconstitucionalidad y de ilegalidad. La AN debe tener 167 diputados; ahora tiene 285. El día en que en Venezuela se logre un cambio político, hay que convocar de inmediato al pueblo para que decida la formación de una Asamblea Nacional Constituyente que asuma la dirección del país. La AN designada por Maduro tiene que desaparecer. Habrá que reorganizar todas las instituciones una vez que Maduro sea expulsado del poder.

—¿Cómo y cuándo puede ser expulsado Maduro?

—Si lo supiera, no lo podría decir.

—¿Hay realmente ruido de sables?

—Los ruidos de sables se escuchan el día que revientan. Maduro debería renunciar antes de que estallen.

—¿Pero hay movimientos de militares?

—Siempre hay esos movimientos, por eso hay tantos presos políticos militares. A los disidentes militares los encarcelan, los humillan y los sacan de las Fuerzas Armadas.

—¿Está próxima esa caída? Porque existe una sensación de que va a ocurrir algo, pero al final no ocurre.

—No podemos predecir ni dar una fecha al ciudadano porque no la tenemos. Los procesos políticos se dan cuando las circunstancias lo permiten.

—¿Se están dando las condiciones para que caiga el régimen?

—El Gobierno de Maduro está fracturado, colapsado y es inviable. Solo es cuestión de que alguna situación especial generada interna o externamente produzca su ruptura y caída.

—¿Será pronto o hay que esperar meses y años?

—Eso no es para mañana. No tengo una fecha, pero eso está en marcha. Yo quisiera que eso hubiera pasado hace años. Si por mí fuera, Maduro jamás habría sido presidente. La chavista es la peor dictadura que hemos tenido.

—¿En qué medida pueden las sanciones económicas ayudar a la caída del régimen?

—Las sanciones petroleras dejarán de ingresar entre 300 millones y 400 millones de dólares diarios. Obviamente, ese dinero es necesario para el Gobierno venezolano. El único culpable de las sanciones es Maduro. Estas son un elemento clave, pero no suficientes. Debe haber sanciones individuales contra estos personajes chavistas, que cada uno de ellos sienta que su situación en lo humano y familiar está comprometida. Viven como reyes en el extranjero. Ahí tenemos a los hijos de Jorge Rodríguez viviendo en México, y no pasa nada, y a los hijos del ministro Vladímir Padrino López en España.

—A la cúpula militar encabezada por el ministro Padrino López no le interesa que Maduro caiga...

—El ministro Padrino López forma parte de esa estructura instalada ilegalmente en el poder. Y él es el responsable de que las armas de la República sean utilizadas para mantener esta dictadura. Y, si él no actúa, alguno de ellos actuará y sacará a Maduro en algún momento. Nosotros necesitamos que ocurra. Los militares y el régimen viven en un estado de zozobra todos los días porque saben que viven en una olla a presión y lo único que los sostiene en el poder es el uso de las armas.

—Si el Gobierno de España ha colaborado con el régimen chavista, ¿tiene cierta responsabilidad en el caso?

—El Gobierno de España no ha sancionado a los familiares de la cúpula chavista, instalados allí cómodamente. Deberían decirles que no pueden estar en un país democrático cuando en su país tienen una dictadura.